1,700 armas decomisadas
El programa de canje de armas 'Gun Buyback' de LAPD dejó un saldo de unas 1,700 armas. Pero es una porción pequeña de la cantidad de armas que todavía tienen los criminales de la ciudad.
El jefe de la Policía de Los Ángeles (LAPD) Charles Beck trataba de calcular ayer cuántas armas ilegales siguen en manos de la delincuencia, una amenaza que tiene en vilo a la corporación.
Lo hacía frente a las casi 1,700 armas de fuego que en sólo seis horas, el sábado pasado, algunas personas entregaron anónimamente a la Policía a cambio de vales de hasta 200 dólares. Una de éstas, la más poderosa, fue una bazuca, diseñada para destruir vehículos de guerra.
También obtuvieron 53 armas de asalto, entre éstas una potente ametralladora con silenciador.
En total, el programa Gun Buyback, que se realizó en esta ciudad por cuarto año consecutivo, cerró con un decomiso de 1,673 armas, entre las que se encontraban 791 pistolas, 527 rifles y 302 escopetas.
“Esta es una porción pequeña de lo que hay en Los Ángeles”, reconocía Beck en la explanada del cuartel general del LAPD, donde ayer se colocó el armamento asegurado.
“Si haces las matemáticas obtendrás que hay alrededor de tres millones de armas en la ciudad. Esto es un pequeño porcentaje de eso, pero estas [las recuperadas] son armas no deseadas, armas que la gente ha podido intercambiar por productos de abarrotes, que eran poseídas ilegalmente”, indicó.
Desde 2009, la Policía ha intercambiado casi 8,000 armas de fuego por vales, cifra que, según Beck, ha contribuido al descenso del 20% de la violencia provocada por pistolas y rifles, incluyendo homicidios, balaceras, muertes y heridas accidentales, y suicidios.
“¿Qué hacen armas como éstas en Los Ángeles?”, preguntaba el alcalde Antonio Villaraigosa. “La respuesta sería: Nada productivo”, recalcó el funcionario, quien dijo que frecuentemente recibe mensajes de texto sobre los homicidios que ocurren en esta ciudad, los cuales le indican que los jóvenes afroamericanos y latinos son las principales víctimas.
“Un joven con padres, algunas veces, con madres, la mayoría, con alguien que siente ese dolor más que las personas que reciben el mensaje de texto y que no conocían a esa persona”, expresó el alcalde.
El programa Gun Buyback forma parte de la estrategia de la administración de Villaraigosa de retirar de Los Ángeles el título de “La Capital del Asesinato en Estados Unidos”, que portaba hace 12 años. Se suma al llamado Patrullaje Comunitario del LAPD (la política de acercarse más a los vecindarios; servir más que proteger), programas antipandillas, la contratación de más agentes, entre otros.
“Ya no hemos regresado a ese sitio, en parte porque hemos enviado el mensaje como personas de que nos oponemos a la violencia de las armas”, manifestó el jefe Beck.
No todas las armas que se han entregado voluntariamente al LAPD han sido destruidas. Ayer se mostró a la prensa una escultura del artista Victor Hugo que retrata la violencia de estos artefactos y que elaboró con restos del armamento obtenido en 2011. Su inspiración: el asesinato de uno de sus amigos.