NYU abrazó al corazón hispano cubierto de Jueza Suprema
El Yankee Stadium vibró como muy pocas veces en su historia cuando Sonia Sotomayor fue presentada ante los graduandos de la Universidad de Nueva York
Nueva York – El Yankee Stadium ha sido escenario de muchas jornadas históricas, pero ninguna tan impregnada de sentimiento, esperanza, sinceridad y alegría como la de hoy. Ninguna.
Poco antes del mediodía, durante la 179 colación de grados de la Universidad de Nueva York, NYU, se llamó a la jueza hispana del Tribunal Supremo de EEUU, Sonia Sotomayor, para concederle el título honorario de Doctora en Leyes.
Pero Sotomayor, también la oradora principal de la ceremonia, no tenía idea de lo que ocurriría a continuación. No bien habían terminado de pronunciar su nombre cuando los 8,000 graduandos y otros tantos miles de personas, entre familiares y amigos, comenzaron a aplaudirla y gritar con fuerza su nombre. La emoción en El Bronx era desbordante; había una necesidad de dejarle saber a la Jueza que, además de admirarla por sus logros y su trabajo, la quieren.
Y en parte, ese amor fluye porque contrario a algunos magistrados, Sotomayor no asume una actitud altiva ni recurre a discursos rebuscados; sigue riéndose, saludando y compartiendo, de corazón, como cuando se criaba en El Bronx.
Así lo evidenció cuando ante esa demostración histórica, reaccionó con sus emociones a flor de piel. Por momentos sonreía, en otros su mirada se empañaba y trataba de reciprocar el amor de los asistentes. Cuando finalmente pudo -porque la dejaron- hablar, exteriorizó : “¡Esto es increíble!”.
Entonces, a partir de ese momento comenzó a hablar como si se encontrara en una reunión de amigos. “Crecí en El Bronx a pocas cuadras de este estadio y soy fan acérrima de los Yankees, así que nunca me imaginé que iba a poder estar aquí en un acto así algun día”, reveló sin censura alguna. “Estoy feliz en Washington, pero sobre todo amo Nueva York. Nueva York siempre irá con ustedes a donde quiera que vayan”, aseguró a los graduandos.
“Graduarse en la universidad sigue siendo un sueño para muchos americanos, así que ustedes son privilegiados”, reforzó la magistrada de origen puertorriqueño y quien fue la primera de “su familia en Nueva York que se graduó en la universidad”.
Conociendo de primera mano las luchas que hay que dar para salir adelante, invitó a todos a valorar las relaciones humanas, algo que no viene con el grado universitario; hay que hacerlo y practicarlo. “Las relaciones humanas que entablamos son tan importantes como el éxito académico… Nadie tiene éxito por si solo. Llegamos a él gracias a nuestra familia, profesores y amigos. Siempre sean agradecidos”, aconsejó.
Parte de ese agradecimiento podría ir dirigido a “nuestras comunidades”, sugirió Sotomayor; “dándoles algo de lo que hemos recibido, alcanzamos verdadera felicidad”.
Felicidad que compartieron todos al final del mensaje del corazón hispano vestido de Jueza Suprema.