Ni presumido, ni alzado:simplemente normal

Cine, música y fama: Espinoza Paz se acostumbra poco a poco, a su pesar, a los desafíos de su éxito

Espinoza Paz no cree que su futuro esté en la actuación, aunque no rechaza regresar a la gran pantalla.

Espinoza Paz no cree que su futuro esté en la actuación, aunque no rechaza regresar a la gran pantalla. Crédito: AP

A Espinoza Paz le gusta la franqueza y la fama – aunque a veces se le olvide-. Le desagrada salir en televisión cuando no tiene nada importante qué decir o para adjudicarse títulos que no se ha ganado.

Trata de ser un hombre normal -algo que pelea por defender- y quizá logre serlo, pero como Isidro Chávez -su nombre de pila-, no como Espinoza Paz el artista que, con su música y sencillez, se ha ganado el cariño del público tanto de su natal México como de los latinos en Estados Unidos.

“A veces me cae el veinte [de que es famoso], pero no del todo”, dice el cantautor sinaloense de 30 años de edad. “Hago cosas que luego me digo: ‘¡Ay, Espinoza! Deberías enfocarte un poquito más”.

Espinoza Paz no guarda la sencillez, ni la humildad para ninguna ocasión. Tampoco la franqueza, aunque, dice, a veces la prensa no lo comprenda.

Eso es, seguramente lo que la productora Patricia Riggen vio en el cantante de banda cuando lo conoció en una reunión de amigos y ahí lo invitara a participar en la película Girl in Progress.

Entrevistado hace unas semanas en el bar de un hotel de Beverly Hills, con motivo del estreno de esa cinta -en donde participó al lado de la actriz Eva Mendes y el actor y comediante Eugenio Derbez-, “El cantautor del pueblo”, como lo llaman, habla de lo que aún le cuesta asimilar de la fama, de su participación en el largometraje y de su gusto por la cocina.

En cine, comenta que le gustaría seguir actuando, pero con personajes que estén más relacionados a su estilo de vida.

Espinoza Paz: Para No Perderte

“No me voy a meter a estudiar actuación porque no quiero ser actor”, dice. “Pero si actúo tendría que ser algo que me salga natural, porque sería imitar lo que ya he vivido”.

La popularidad de Paz ha logrado grandes dimensiones tanto en México como en este país. Pero el intérprete de El próximo viernes asegura que ni él ni su familia lo han asimilado del todo.

Por eso, como a cualquiera, le gusta salir a lugares públicos para ir de compras, sobre todo cuando se trata de artículos de cocina y plantas. Es una de las actividades que disfruta cuando viene a Los Ángeles, donde tiene una casa.

“Me gusta mucho cocinar. Cuando vengo para acá [Los Ángeles] me voy a comprar cosas de cocina”, relata. “Como ayer, que en lugar de ir por una camisa bonita porque hoy tenía entrevistas, me fui a buscar una cazuela que necesitaba para cocinar un pescado. Me gusta robarme platillos [recetas] y luego las cocino en casa [y] las cambio un poquito para que queden a mi gusto”.

Paz dice que hay cosas de la fama que no le agradan y que por momentos olvida lo que ha llegado a ser. “La gente es la que me ayuda a recordar que no soy normal, que tengo una vida de famoso”, explica.

Aunque tiene varios años en la industria, ocho de ellos dedicados a tocar puertas en busca de una oportunidad, su fama ha sido relativamente rápida. Espinoza Paz -que lleva ese nombre en honor a su madre fallecida, María de la Paz Espinoza-, no se desprende ni de su origen ni de su etapa de inmigrante cuando llegó a este país de ilegal para trabajar en la pizca de tomate y como jardinero.

“A veces ya no puedo hacer las cosas que me gustan, públicamente, porque se arma un alboroto”, comenta.

Sin embargo no siempre se habla de la humildad de Paz. Algunos medios lo han exhibido como una persona “presumida”, que “olvidó su origen” y que ya no quiere dar entrevistas.

“No es que trate mal a los reporteros o no quiera hablar con ellos, ni soy presumido, ni alzado”, aclara. “En mi opinión, creo que si no tengo nada bueno que decir, mejor no lo hago”.

“Me da flojera que al bajar de un avión haya un reportero con una cámara esperándome, sólo para preguntarme cómo me fue en el viaje. Ni siquiera es por algo importante”, explica.

“Ahora que ya lo logré [la fama], tengo que cuidar un poquito mi imagen”, asegura. “A mí me da vergüenza salir por salir en la televisión, y no decir algo realmente importante. Pero eso lo malinterpretan”.

Paz dice que esa franqueza la ha tenido siempre, tanto con su persona pero sobretodo con su carrera.

“Al principio me decían: ‘mira güey: haz un dueto con un artista famoso, eso te va a servir’. Pero mi respuesta era no. No por presumido. Yo me lo tenía que ganar, porque siendo nadie no puedes llegar y hacer un dueto con alguien grande… La gente ni te va a voltear a ver, ¡ni te la creen!”.

Por eso ahora que dice, “he pulido mi propia estrella”, se atreve a mencionar que le gustaría hacer un dueto con Jenni Rivera, Paquita la del Barrio o Pepe Aguilar.

“Ojalá se dé la oportunidad. Ahora sí me siento listo”, expresa.

Espinoza Paz, a unos meses de haber sacado su último disco Un hombre normal, ha lanzado el primer sencillo Me vas a recordar, un tema que estará incluido en una nueva producción de su primer disco con mariachi.

“Estoy muy contento con este nuevo proyecto, este disco dice tantas cosas de mí”, expresa. “Yo espero que Dios que siga ayudando a tener un buen lugar entre el gusto del público”.

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