Comunidad angelina entra en nueva fase
Se pusieron en marcha las labores de construcción de la línea Crenshaw
Con la promesa de mejorar la calidad de vida de los residentes del Sur de Los Ángeles, ayer inició la construcción de la Línea Crenshaw/LAX del metro, la cual regresará los tranvías a una de las regiones más pobres de la ciudad luego de cinco décadas de ausencia.
“Hoy [lunes] empieza algo grande, algo histórico”, celebró el alcalde Antonio Villaraigosa al anunciar el comienzo de los trabajos de reubicación de servicios públicos a lo largo del Corredor Crenshaw, el preámbulo de excavaciones, instalación de vías férreas y otras muchas obras.
Hasta el año 2018 abrirá sus puertas la ruta, de 8.5 millas de extensión, de la estación Crenshaw de la Línea Expo del tren ligero al aeropuerto de Los Ángeles (LAX). Sin embargo, autoridades, empresarios y vecinos festejan desde ahora los beneficios que ésta traerá a la zona.
“Tiene el potencial de transformar la comunidad del Sur de Los Ángeles y mejorar la calidad de vida de los residentes”, dijo la congresista Karen Bass. “De hecho, el proyecto proverá empleos y oportunidades de revitalización comunitaria a esta región históricamente ignorada”, agregó.
“Al final tendremos las mismas opciones que tienen otras comunidades”, expresó, por su parte, Kenneth Lombard, presidente de Capri Urban Investors, firma propietaria de uno de los centros comerciales más importantes del Sur de Los Ángeles.
Y es que las comunidades que estarán unidas por los rieles, Leimert Park y Hyde Park, en Los Ángeles, las ciudades de Inglewood, Hathorne y El Segundo, así como porciones no incorporadas del condado, habían esperado con ansias desde la década de 1990 ser parte de la red de trenes, expandida por la Medida R, sustentada con un aumento al impuesto a las ventas.
“Cuando la Línea Crenshaw/LAX sea terminada tendremos una conexión real con el aeropuerto y otras ciudades del Sur de la Bahía, también con el oeste, el centro de Los Ángeles, el este, el Valle de San Fernando y Pasadena”, comentó el alcalde de Inglewood James Butts. “Y esa conexión nos hará aún más atractivos al desarrollo”, añadió el funcionario.
No fue el único motivo de celebración ayer en Leimert Park, uno de los barrios más representativos de la comunidad afroamericana en esta ciudad. También se dio marcha al primer contrato adjudicado bajo el llamado Proyecto de Acuerdo Laboral, un programa de contratación laboral que require la participación del 40% de empleados de la construcción que viven en zonas en desventaja económica.
En específico, el contrato, que se encargará de reubicar líneas de electricidad, gas, agua y telefonía, así como alcantarillas, dará preferencia a jóvenes que recién salen de hogares de crianza, veteranos, exconvictos y habitantes de lugares con una elevada tasa de desempleo.
“Este proyecto creará empleos muy necesarios en esta región”, manifestó el supervisor del condado Mark Ridley-Thomas, uno de los impulsores de la ruta.
Ridley-Thomas no ha quitado el dedo del renglón respecto a la construcción de una estación subterránea en el parque Leimert, que fue eliminada del proyecto para reducir los costos. “No es un negocio terminado”, comentó el funcionario.
Un grupo de vecinos respaldó sus palabras con un cartel con la frase: “No está terminada hasta que esté abajo”.
“Se han hecho progresos, pero aún no es un proyecto definitivo. Seguimos unidos en apoyo a la estación en Leimert Park”, reiteró Arna Fulcher, vicepresidenta del Concilio de Liderazgo de Crenshaw.
Por el momento, la línea del metro, cuyo costo se calcula en $1,475 millones, solo tiene seis estaciones.