Difícil el voto latino para republicanos
Necesitan por lo menos el 35% de su apoyo en las urnas para llegar a la Casa Blanca
La historia reciente lo ha dicho una y otra vez: los candidatos republicanos a la presidencia que hacen algún tipo de acercamiento a los votantes latinos y logran un porcentaje mínimo del 35% de su voto en estados claves tienen oportunidad de ganar la Casa Blanca.
En cambio, los que no lo hacen tienen mucho más complicado el camino para llegar a ese destino.
Ocurrió en 1996: Bob Dole se montó en el carro de la Proposición 187 y no hizo campaña latina. Perdió aplastantemente la presidencia frente a Bill Clinton, quien a pesar de tomar posturas relativamente conservadoras en inmigración (firmar la restrictiva ley IRA de ese año), se opuso a la 187 e hizo campaña en la comunidad.
En 2000 y 2004: George W. Bush vino con Karl Rove y Lionel Sosa en busca del voto latino, condenando medidas antiinmigrantes y apareciendo repetidamente en medios en español. Bush ganó más de un tercio del voto latino y, con ello, la ventaja para la presidencia.
Dada esta realidad histórica, la campaña que el republicano Mitt Romney ha tenido, hasta ahora, una estrategia latina muy poco obvia y llena de contradicciones hace pensar a algunos que no tiene muy claro qué camino seguir o si vale la pena intentarlo dada la bajajísima aprobación que el candidato ha tenido entre votantes latinos.
Algunos observadores esperan que esto cambie hoy jueves en Orlando cuando Romney se presente ante la convención nacional de la Asociación Nacional de Oficiales Latinos Electos Nombrados (NALEO) y pronuncie un discurso esperado por activistas latinos. Romney hablará en la convención al mediodía, un día antes que lo haga Obama, quien tiene previsto hablar el viernes.
José Fuentes Agostini, exsecretario de justicia de Puerto Rico y uno de los presidentes de la campaña latina de Romney, indicó que la estrategia de su candidato está “centrada en la economía”.
“Nosotros entendemos que el problema primordial del país en este momento es la economía y que Romney es la persona capacitada para enderezar esa dirección”, dijo Fuentes, quien además apuntó una serie de medidas que implementaría el republicano y que, según él, están siendo pedidas por muchos latinos, sobre todo personas de negocios.
“Los hispanos se vienen quejando que proveer planes de salud a sus empleados se ha vuelto tan costoso que no es permisible”, dijo Fuentes Agostini, indicando que Romney “eliminaría el plan de salud del presidente porque impone 18 impuestos adicionales a los pequeños negocios”.
Romney plantea así una campaña tradicionalmente centrada en los empresarios y comerciantes latinos, que es tradicional entre los republicanos. Pero según otros expertos, esto no es suficiente mientras el tema de inmigración y la dura retórica de la primaria republicana siga latente en el aire.
Algunos opinan que lo que se ha visto de la campaña de Romney hacia los latinos por el momento es muy poco. La formación de un grupo “Juntos con Romney” de asesores latinos de su campaña cuenta con una serie de latinos conservadores, exfuncionarios y políticos muchos de los cuales, sin embargo, difieren con Mitt Romney en su postura en torno al tema de inmigración.
Melissa Salas Blair, una activista republicana latina de Texas y presidente de Puentes Research and Communications en Houston, dijo que la estrategia latina de Romney hasta ahora no tiene sentido para ella.
“Conozco a tantos republicanos latinos que no han escuchado ni una palabra del partido, podrían al menos llamarlos y pedirles que ayuden a hacer llamadas, a promover en medios sociales”, dijo Salas Blair. “Ellos en la campaña ni siquiera tienen suficientes personas para hacer llamadas. Además, el mensaje está mal conceptualizado”.
Para Salas Blair, Romney no puede evitar el tema migratorio y tiene que presentar claramente sus planes al respecto. “Aún yo que soy una conservadora no creo que los republicanos vayan a hacer un mejor trabajo en inmigración Si no me pueden convencer a mí, como van a convencer a otros. Ignorar el gigante dormido es muy arriesgado y si no pagan hoy, lo harán en elecciones por venir”.
“En mi opinión, Romney está entre la espada y la pared. Si tocan temas como inmigración de una manera que agrade a los latinos, se enemista con la base, con la que ya tiene suficientes problemas”, dijo Sherry Bebitch Jeffe, analista y profesora de USC.
“Si algo no puede hacer Romney es arriesgar el apoyo de esa base conservadora que no está muy segura de que él sea un conservador auténtico”, agregó.
Las cifras de aprobación entre los votantes latinos no han cambiado mucho durante meses. La más reciente de las encuestas, publicada el 8 de junio por Latino Decisions, halla al Presidente Obama con una ventaja de 43% por encima de Romney, que recibe sólo el 23% de la preferencia, generalmente el voto republicano latino duro, que siempre vota por el republicano.
Los latinos, sin embargo, son un voto independiente y cambiante de importancia vital en estados de batalla como Colorado, Nevada, Florida y Nuevo México. Y hasta ahora, la campaña de Romney ha hecho poco o nada para congraciarse o acercarse a este bloque de votantes y lo que hasta ahora han hecho los republicanos parece más dedicado a suprimir el voto latino de Obama por medio de campañas negativas.
Por ejemplo, según versiones publicadas, mientras la campaña de Obama ha gastado 1 millón de dólares en comerciales en español en las últimas semanas, la campaña del republicano ha gastado la grandiosa cifra de 13,000 dólares en producir comerciales para la web.
Hasta ahora, el mensaje de los republicanos hacia los latinos ha venido de la campaña en español realizada por el Comité Nacional Republicano que se ha concentrado en traducir mensajes diseñados para la campaña en inglés o en un mensaje económico negativo, criticando a Obama por el nivel de desempleo entre los latinos e incluso, por no cumplir sus promesas relativas al tema de inmigración.
Si el objetivo de estos mensajes negativos era deprimir el voto latino para que se quedara en casa, hasta ahora el propio Presidente Obama parecía estar logrando ese objetivo por su cuenta. En una serie de encuestas realizadas por Latino Decisions e Impremedia en el último año, los votantes latinos se decantaron por Obama, pero menos entusiasmados para votar.
No obstante, la decisión de este pasado viernes de la Casa Blanca de proporcionar alivio migratorio contra la deportación a los jóvenes “dreamers” puede haberse convertido en el estímulo que logrará que Obama cemente la base demócrata latina y que estimule a este grupo a salir a votar.
“Es una movida brillante. Veo aquí una intención de galvanizar y motivar a jóvenes, latinos y liberales que veían a un presidente muy centrista y que había faltado a muchas de sus promesas”, dijo la politóloga de Forham University, Cristina Greer. “Además esto marca una diferencia grande con Romney, que ha tenido durante la primaria una postura muy anti inmigrante”.
Romney, por su parte, se ha apoyado indirectamente en personas como el senador Marco Rubio, que ha estado reuniéndose con grupos pro inmigrantes y Dreamers, buscando apoyo para una alternativa al Dream Act mucho más limitada. Rubio dijo que la acción del presidente el viernes “es temporal y dificulta una solución permanente”.