Comentarios calientan la campaña electoral
Declaraciones de republicano sobre el aborto son criticadas
WASHINGTON, D. C. (EFE).— Los polémicos comentarios de un congresista republicano contrario al aborto sobre la existencia de diferentes tipos de violación y la inesperada comparecencia del presidente de EEUU, Barack Obama, en la Casa Blanca caldearon ayer la campaña electoral.
Cuando solo queda una semana para el arranque de la convención republicana en Tampa (Florida), el derecho al aborto centró ayer el fuego cruzado entre ambas campañas mientras las encuestas revelan cada semana que las mujeres prefieren a Obama ante el que será su rival republicano en noviembre, Mitt Romney.
Por su parte, el Presidente y candidato demócrata a la reelección apareció por sorpresa en la sala de prensa de la Casa Blanca para responder a preguntas de los periodistas y fijar así algunos de sus lemas de campaña, aunque también habló de la situación en Siria y Afganistán.
El retorno del aborto al debate electoral llegó de la mano de Todd Akin, congresista republicano por Missouri y quien sostuvo el domingo en una entrevista con una televisión local de St. Louis que hay que distinguir entre la violación “real” o “auténtica”, que muy raras veces genera un embarazo, y otros tipos que no especificó.
“Si se trata de una violación real, el cuerpo femenino tiene formas de evitar” un embarazo no deseado, según Akin, que se opone al aborto sin excepciones.
Las reacciones de rechazo no tardaron en llegar, tanto del lado demócrata como del republicano.
Tras tildar de “ofensivo” el comentario de Akin, Obama sostuvo que es un ejemplo de la razón por la cual no se debería permitir que “un grupo de políticos, en su mayoría hombres, tomen decisiones sobre la salud de las mujeres” y anotó la “significativa diferencia” entre las posturas demócratas y republicanas al respecto.
“Una violación es una violación (…) La idea de que hay diferentes tipos de violación no tiene sentido para el pueblo estadounidense ni para mí”, enfatizó Obama.
Romney, aspirante republicano a la Casa Blanca, también rechazó los comentarios de Akin y los calificó de “insultantes e inexcusables”, en declaraciones a la publicación conservadora National Review.
Tanto él como su candidato a vicepresidente, Paul Ryan, “no están de acuerdo con la declaración del señor Akin y una Administración Romney-Ryan no se opondría al aborto en casos de violación”, indicó además una portavoz de la campaña republicana, Amanda Henneberg, en un comunicado emitido el domingo por la noche.
Pero la campaña demócrata se apresuró a recordar que Ryan es un católico contrario a la interrupción del embarazo, excepto cuando la vida de la madre corre peligro, y como congresista ha trabajado con Akin “para tratar de aprobar leyes que prohíben el aborto en todos los casos e incluso restringir la definición de violación”.
Varios compañeros de partido de Akin le han solicitado que se retire de la carrera por lograr un escaño por Missouri en el Senado en noviembre, pero él ha dicho que no va a abandonar, aunque ha pedido disculpas y ha señalado que usó “las palabras equivocadas de un modo equivocado” para argumentar su oposición al aborto.
En su primera rueda de prensa en dos meses, ya que la última la dio el 20 de junio en México tras la cumbre del G20, Obama también rechazó ayer las acusaciones de los republicanos sobre su campaña “negativa” contra Romney y marcó distancias con los anuncios proselitistas de comités políticos de tendencia demócrata.
El Presidente aludió en concreto a un anuncio muy criticado del comité de acción política “Priorities USA” que parece responsabilizar a Romney de la muerte por cáncer de una mujer.
Es un anuncio “que no aprobé ni produje”, subrayó Obama, quien por otro lado pidió a Romney que revele su situación financiera porque “todo el mundo debe jugar con las mismas reglas”.
“No es mezquino pedirle que haga lo mismo que han hecho otros candidatos previos (…) Si quieres ser presidente de EEUU, debes asumir que tu vida es un libro abierto, al menos financieramente”, afirmó Obama.
Mientras, Romney y Ryan hicieron ayer campaña juntos en Manchester (Nuevo Hampshire), donde insistieron en denunciar que Obama “asaltó” el Medicare y destinó más de 700,000 millones de dólares de ese programa de salud pública para ancianos y jubilados a financiar su polémica reforma sanitaria.