Tampa: aristócrata, cosmopolita y muy hispana

Uno de cada cuatro apellidos es de origen hispano en esta ciudad que también se conoce como la ciudad de la Guayaba Grande

Tampa bien podría pasar como una ciudad cualquiera en Latinoamérica.

Tampa bien podría pasar como una ciudad cualquiera en Latinoamérica. Crédito: AP

TAMPA – Vibrante, cosmopolita, culta y con un aire de aristocracia vetusta que cada año se rinde con algarabía ante los cañones de un pirata hispano, la ciudad de Tampa sigue siendo un botín atractivo para miles de latinos con quienes además comparte una rica historia que va más allá de bucaneros, guerras y cigarros.

Enclavada en la hermosa bahía que le da su nombre, en la costa oeste del centro de la Florida, Tampa es considerada como una de las áreas metropolitanas de mayor crecimiento urbano en los Estados Unidos, y donde de cada cuatro apellidos, uno es de origen hispano.

De acuerdo con las cifras del Censo más recientes, 77,472 hispanos residen en Tampa, siendo los puertorriqueños el grupo más numeroso, con 24,057, seguidos por los cubanos, con 21,295; 9,583 mexicanos y 22,537 más entre colombianos, dominicanos, ecuatorianos venezolanos, entre otros inmigrantes de Centro y Sudamérica, constituyendo así más del 23% de la población total de esa urbe principal del condado Hillsborough.

Juntos, los hispanos de Tampa forman una nueva diáspora de profesionales, artistas y familias jóvenes, en las que el fútbol, los sábados, la iglesia en domingo y el avance académico forman parte esenciales del diario vivir.

“Llevo 14 años viviendo en Tampa, y he podido ver cómo los hispanos estamos creciendo, no sólo a nivel de comunidad, sino también a nivel profesional y académico”, afirma la colombiana Bibiana Soto, comunicadora social, dedicada al negocio de bienes raíces.

Con una historia que va más allá a la del legendario pirata español José Gaspar, mejor conocido como Gasparilla, Tampa recrea con orgullo cada año en un festival considerado como uno de los más vistosos de la nación, y en el que la ciudad de la Guayaba Grande, como también se le conoce, se rinde ante el pirata aristócrata en una ceremonia simbólica y alborotadora, es también un puerto cultural, donde cada día atraca la riqueza multicultural de los latinos.

“Es muy importante poner énfasis en nuestra cultura porque muchas veces cuando emigramos los más jóvenes tienden a perder la cultura de donde provienen, así que aquí nos aseguramos de que al tiempo que se integran a su nueva sociedad, se sientan orgullosos de sus tradiciones hispanas”, dijo a Impremedia la doctora Damaris Soto Frassica, presidenta de la Tampa Hispanic Heritage, una organización sin fines de lucro ocupada en realzar los valores y mantener la cultura hispana en esa región.

“Tampa es un área muy especial para los hispanos ya que nuestras raíces aquí se pueden trazar a la época de los conquistadores, la llegada de los cubanos con las fábricas de cigarros, y ahora con el influjo de una diáspora que llega desde América Central y del Sur y que viene a enriquecer aún más nuestra cultura”, abundó Frassica, de origen dominicano.

Para unificar ese legado y darlo a conocer, esta entidad realiza unas 90 actividades al año, que van desde la celebración del Mes de la Herencia Hispana, la celebración de un concurso de ensayo estudiantil y otro de afiches en el que participan los artistas más selectos de la bahía.

“El afiche es una interpretación del artista de lo que es la herencia hispana en la Bahía de Tampa, y el ganador recibe un premio en efectivo”, señala la doctora Luz Lono, de origen peruano y directora de la Gala Hombre y Mujer Hispano del Año, que también auspicia esa organización cultural.

Recorrer algunas de las calles de Tampa es una evocación al bullicio propio del centro de una ciudad latina cualquiera.

Un paseo por la Calle Armenia, por ejemplo, en el oeste de la ciudad, hace pensar que se está de compras por algún lugar de Bogotá o Barranquilla, con sus areperas, tiendas de cargo expresos y restaurantes de comidas típicas.

Y si el paladar no desespera, es fácil seguir el paso para llegar a la Calle Columbus y su aire de mercados, panaderías cubanas, restaurantes, firmas de abogados e iglesias hispanas, pero que sin embargo, se queda corta para competir en belleza y atracción con el cercano distrito de Ybor City y su historia de antaño.

Es allí donde por ejemplo, Casimiro Hernández, un inmigrante cubano fundó el primer restaurante hispano en Estados Unidos en 1905, el Columbia, cuya arquitectura española del siglo XVII, con sus patios interiores es casi una reminiscencia de un pasado colonial añejo, pero que en realidad es punto de encuentro de la comunidad, así como una fuente de trabajo y ocio para los hispanos.

Al igual que este restaurante, las tiendas, cafés y tabaquerías que conforman este histórico distrito están listas para servir a los miles de visitantes que esta semana colman la ciudad, por lo que es común ver a los empleados de estos negocios vistiendo en sus uniformes botones de bienvenida a los delegados a la Convención del Partido Republicano, el evento que ha puesto a su ciudad bajo la lupa del mundo y el tema obligado en la duermevela de las tardes de cigarros y cafés al fresco de la ciudad más latina de Tampa, Ybor City.

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