Proinmigrantes tienen esperanza en Mitt Romney

Carlos Acuña, ciudadano y republicano, asegura que el candidato puede hacer mejor trabajo en inmigración que el que ha hecho Obama.

Marisol y Carlos Acuña.

Marisol y Carlos Acuña. Crédito: Valeria Fernández / Especial para La Opinión - .

TAMPA, Florida. – Cómo Carlos Acuña, un republicano oriundo de Perú, llegó a convertirse en un activista en pro de una reforma migratoria comienza con una historia de amor.

Carlos conoció a María Soledad León o Marisol, como le dicen los amigos, cuando estaba a punto de irse del país hacia Venezuela después de que le negaran asilo político. Al contraer matrimonio decidieron que lucharían para permanecer juntos.

Para él, el tema de la migración jamás fue importante, pese a ser un inmigrante peruano que ya llevaba 25 años en los Estados Unidos en Largo, Florida.

“No tenía conciencia de la magnitud del problema hasta que me sucedió a mí”, dice Carlos, de 49 años.

Por su experiencia personal, Carlos, quien es ciudadano, apoya al republicano Mitt Romney a la presidencia sin temor a las posturas antiinmigrantes que ha adoptado el partido porque siente que en el presidente Barack Obama “no se puede confiar”.

Él y su esposa han vivido en carne propia la oleada de deportaciones que han marcado el cuatrienio de Obama.

Dos agentes del Control de Inmigración y Aduanas (ICE) se presentaron el pasado junio en el trabajo de Marisol para hacerle algunas preguntas. Carlos fue de inmediato a ver qué sucedía.”Me mintieron. Me dijeron que se la llevaban para hacerle algunas preguntas y que la volvían a traer”, explicó Carlos.

La visita tomó un giro desesperante para Marisol cuando la transportaron hasta las oficinas de inmigración en Miami, Florida y de allí al Centro de Detenciones Broward, en Pompano Beach.”Empiezas a preguntar cuánto tiempo tienen las mujeres que están ahí, algunas dos meses, otras tres meses”, recordó Marisol, de 51 años. “Dios mío estas mujeres tienen tanto tiempo ahí. ¿Cuánto tiempo me voy a quedar yo?”.

Un juez de inmigración rechazó la solicitud de asilo político de Marisol, quien teme regresar a su país natal, Venezuela. Marisol alegó haber sido intimidada y acosada por simpatizantes del presidente Hugo Chávez después de haber sido despedida de su puesto como aeromoza en el avión presidencial.

Al casarse, las puertas se abrieron para que Marisol pudiera obtener documentos legales para estar en el país con la ayuda de un abogado. Pero antes de que pudiera presentarse a su cita con autoridades migratorias, ICE fue a buscarla.

Marisol pasó más de un mes y medio en el centro de detenciones mientras su abogado y Carlos le rogaban a los fiscales de ICE que suspendieran su proceso de deportación para darle una segunda oportunidad como la esposa de un ciudadano.

El caso de Marisol cobró más notoriedad cuando la joven activista Viridiana Martínez se infiltró en el centro de detenciones como resultado de un acto de desobediencia civil de la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA).

Martínez dijo que el caso de Marisol demostró como muchos otros allí, que la administración del presidente Obama no está cumpliendo con la promesa de enfocarse en la deportación de inmigrantes con un récord criminal.

Lo anterior fue delineado en un memorando en junio de 2011, de John Morton, el director de ICE que indicaba que los fiscales pueden hacer uso de su discreción para suspender la deportación de una persona.

Marisol salió en libertad hace cuatro semanas, el mismo día que Viridiana.

Actualmente, el futuro de Marisol depende de que un juez de inmigración acceda a reabrir su caso. Pero por ahora ICE le permitió permanecer en el país.

Carlos aseguró que votaría por quien le ofrezca una reforma migratoria verdadera. Esa es su prioridad, no la economía.

“¿Cómo yo le puedo creer al presidente Obama cuando dice una cosa y hace otra?”, dijo Carlos.

El candidato republicano Romney, quien será oficialmente nominado por los delegados hoy, le ofrece esperanza porque cree que de ser electo su posición será moderada.

Carlos espera a un Romney diferente del que anteriormente dijo que la solución al problema migratorio era la autodeportación, o quien ve a la SB1070 de Arizona como un modelo a seguir. Espera ver al Romney que busca una solución mejor a la acción diferida que se le ofreció a los jóvenes indocumentados bajo un plan de Obama.

A Carlos no le preocupa el papel que han ocupado políticos ultraconservadores como la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, quien aboga por la construcción de un muro fronterizo más grande y leyes como la SB 1070. “A mí me gustaría preguntarle cómo teniendo a mi mujer encerrada, se asegura la frontera o eso ayuda a la seguridad nacional de este país”, dice.

Carlos dice ver un futuro en políticos como el senador de Florida, Marco Rubio quien le brindó apoyo en el caso de su esposa y dijo que apoyaría una forma de darle la residencia a los jóvenes indocumentados que viven en el país.

“Este es un país de leyes, pero cuando las leyes son injustas hay que cambiarlas”, asegura Carlos, a quien le gustaría que muchos otros compartieran esa visión en su partido.

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