Mitt Romney acepta candidatura sin prometer reforma migratoria
El discurso de Romney sirvió sobre todo para atacar las políticas de Obama.
La única mención de México en su discurso fue cuando recordó que su padre, George Romney, nació en ese país. Crédito: EFE
Tampa (Florida).- Mitt Romney aceptó ayer la candidatura presidencial del Partido Republicano con un discurso en el que lanzó mordaces ataques contra el presidente Barack Obama y enumeró una serie de promesas que no incluyó una reforma migratoria.
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“Acepto su nominación para presidente de Estados Unidos. Lo hago con humildad, profundamente conmovido por la confianza que han depositado en mí”, dijo Romney durante un discurso ante miles de delegados en la Convención Nacional Republicana en Tampa (Florida).
“El presidente Obama prometió comenzar a desacelerar el aumento de los océanos y sanar el planeta. Mi promesa… es ayudarles a ustedes y sus familias”, ironizó Romney, arrancando más aplausos.
Si Obama comenzó su presidencia con un periplo de “disculpas”, “yo comenzaré mi presidencia con una gira (para crear) empleos”, aseguró.
Su discurso, elogiado por conservadores y vilipendiado por los demócratas, sirvió sobre todo para atacar las políticas de Obama, en particular su gestión económica que, según Romney, ha “estrujado a la clase media”.
El exgobernador de Massachusetts, que quiere desbancar a Obama en los comicios del próximo 6 de noviembre, consideró que al pueblo estadounidense se le agota la paciencia y “ha llegado la hora de doblar la página”.
“Este presidente puede decirnos que los próximos cuatro años él lo hará bien (su trabajo). Pero este presidente no puede decirnos que ustedes están mejor ahora que cuando él asumió el poder”, dijo.
Romney señaló que, durante el mandato de Obama, los estadounidenses han asistido a un aumento del desempleo, de los gastos de salud, del costo de vida en general, y la “duplicación” de los precios de la gasolina.
También presentó el “antes y después” de la llegada al poder de Obama, en el que las políticas del mandatario estadounidense, según Romney, “han deprimido” los empleos.
Así, Romney presentó un panorama sombrío en el supuesto que Obama gane la reelección, que incluiría la eliminación de empleos en EE.UU. a favor de enviarlos a China; recortes de “billones de dólares” en gastos militares; y un recorte de $716,000 millones al programa de “Medicare” para ancianos y jubilados.
“Para la mayoría de los estadounidenses que ahora creen que el futuro no será mejor que el pasado, les puedo garantizar esto- si Barack Obama es reelegido, estarán en lo cierto”, dijo.
En ese sentido, prometió crear 12 millones de empleos mediante la puesta en marcha de cinco pilares- la independencia energética para 2020; la reforma educativa; la promoción de nuevos tratados comerciales; el apoyo al empresariado, y la defensa de los pequeños negocios.
Esa defensa de los pequeños negocios, dijo, incluirá recortes tributarios, una reforma del sistema regulatorio y la revocación de la reforma sanitaria que promulgó Obama en 2010.
También, sofocado por prolongados aplausos, Romney prometió que no elevará los impuestos para la clase media, buscará reducir el déficit y equilibrar el presupuesto.
Si gana la presidencia, continuó, protegerá “la santidad de la vida”, la institución del matrimonio, y la garantía de la libertad de religión, en un claro guiño a la base conservadora de su partido.
En el área de política exterior, Romney acusó a Obama de dejar a su suerte a aliados como Israel, “relajar las sanciones a la Cuba de Castro”, y de haber abandonado a Polonia mientras ofrece flexibilidad al presidente ruso, Vladimir Putin.
La única mención de México en su discurso fue cuando recordó que su padre, George Romney, nació en ese país y su familia “tuvo que salir durante la Revolución mexicana” y que, pese a que éste no fue a la universidad aprendió el oficio de carpintero.
Posteriormente, continuó, su padre lideró una empresa automotriz y se convirtió en gobernador del estado de Michigan.
Al compartir parte de su biografía, Romney defendió su trayectoria al frente de Bain Capital, relató la influencia de sus padres, y el “amor incondicional” que junto a su esposa, Ann, han dado a sus hijos.
Aunque comenzó su discurso con la idea de que EEUU es una “nación de inmigrantes”, Romney no prometió impulsar una reforma migratoria, algo que ha hecho ante foros hispanos.
Su discurso, en horas de máxima audiencia, fue precedido por un vídeo-tributo a las contribuciones de los hispanos, unas declaraciones en español de su hijo menor, Craig, y un monólogo del actor Clint Eastwood quien dialoga con un Obama imaginario para atacar sus políticas y pedir un cambio de líder en el timonel.
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