Cooperar en la oficina puede abrirte muchas puertas
La importancia de cooperar con nuestros compañeros de oficina radica en que establecemos relaciones de reciprocidad.
¿Siempre reconoces y devuelves un favor recibido en la oficina? Por sencilla que parezca esta pregunta, tu respuesta ayuda a develar si practicas el sentido de la reciprocidad más allá de una clara muestra de cortesía o conocimiento de modales, o si vives con un legítimo deseo de cooperación con el otro.
Para algunas personas corresponder a una atención de un compañero de trabajo es simplemente algo imposible de realizar, y no se diga en acciones todavía más pequeñas como darle el paso al entrar o salir de la oficina, cuidar que cuando caminen juntos nadie quede rezagado o sostener su bolsa o portafolio mientras hace otra cosa.
Martin A. Nowak, autor del libro Super Cooperadores de Ediciones B, explica que: “Así pues, está claro que vivimos en un mundo que funciona por reciprocidad. Pero como es natural, de eso no se infiere que otro jugador en el juego de la vida se someta a ella”, y agrega: “¿Por qué tiene uno que compartir el trabajo duro o devolver un favor? ¿Por qué no dejar que sea el otro quien haga el trabajo duro y sude, de manera que uno pueda obtener la recompensa de su trabajo duro sin tener que preocuparse de devolver el favor?, de hecho, ¿por qué tiene que preocuparnos en absoluto ayudar a los demás?”.
Parecería que recibir compromete a dar, y que esta regla no escrita de convivencia se puede omitir de acuerdo a la disposición de ayuda que cada persona tenga o peor todavía, depender de la posición en el organigrama de la empresa, ya que de manera equivocada se percibe que brindar apoyo y tener consideraciones con los otros es una señal de debilidad y falta de astucia para capitalizar cada ocasión de dejar a un compañero o colega, sencillamente relegado.
El autor explica que la cooperación por reciprocidad directa, funciona mejor con una comunidad de larga trayectoria como son los equipos de trabajo, ya que tienen oportunidad de interactuar no una sola vez, sino con frecuencia en la vida cotidiana.
“Un individuo se lo pensará dos veces antes de convertirse en desertor si de este modo hace que su compañero decida convertirse a su vez en desertor en la próxima ocasión”, comenta Martin A. Nowak y agrega que hay una simple lógica del ‘toma y daca’, en la que la gratitud, simpatía, culpa, confianza, amistad y moral influyen en buena forma en el modo de actuar.
¿Vale la pena?
Los círculos de apoyo no están limitados a pertenecer exclusivamente a la esfera de la familia y amigos, también se pueden dar en el ámbito laboral, por lo que es un error pensar que no se debe de aspirar en este plano a recibir los beneficios que trae consigo la cooperación, ya que en el campo laboral se cultivan talentos, se hacen sinergias, hay un reconocimiento abierto a las capacidades de cada uno, y esto es un fuerte motor para el logro de objetivos.
Las recompensas de la reciprocidad dentro de un centro de trabajo pueden ser tan grandes y ambiciosas, como cada uno de los participantes esté dispuesto a que sean, se trata de algo que va más allá de evitar ganarle el paso a alguien al cruzar la puerta o no esconderinformación al jefe o subordinado que le sea útil; es que cada uno sepa que cuenta con el respeto hacia su empeño y trabajo, así como que todos tienen la firme intención de sumar esfuerzos para y por el bienestar general.
Otros beneficios de la cooperación en el trabajo en equipo son:
• Mejora las relaciones personales
• Propicia ayuda mutua
• Fortalece el sentido de pertenencia
• Se satisfacen más rápido las necesidades
En diciembre de 2007 el político estadounidense Al Gore, recibió el Premio Nobel de la Paz, y tras su premiación mencionó en su discurso el alcance de la cooperación, así como la importancia de poner a un lado las acciones individuales como el único camino para llegar a soluciones, e hizo referencia a un refrán de origen africano: “Si quieres ir deprisa, ve solo. Si quieres ir lejos, vayamos juntos”.
Colaboración de Fundación Teletón México.
“El principio de ser paciente es empezar con uno mismo”.
Bojorge@teleton.org.mx