Norwalk amenazada por la violencia de las pandillas

De enero a septiembre hubo nueve homicidios

La mayoría de las muertes violentas ocurridas en Norwalk se cometieron con armas de fuego.

La mayoría de las muertes violentas ocurridas en Norwalk se cometieron con armas de fuego. Crédito: Isaias Alvarado / La Opinión

Noe Pineda agradece no haber conocido a Anthony Delgado, el chico que asesinaron hace unas semanas cerca de su casa, en la que aparenta ser una tranquila calle de Norwalk. El expandillero no quiere cargar con otra pérdida por los interminables pleitos entre bandas.

“Mataron a Javier, a Jessie, a Caracas, no quiero ni contarlos a todos porque duele”, dice Pineda, de 36 años, al recordar las bajas de la Varrio Carmelas, la pandilla a la que perteneció hasta hace cinco años.

“Aquí la muerte está brava”, asegura este hombre, quien tiene tatuada las siglas RIP (descanse en paz) en la mano izquierda, como prueba de su larga estancia en prisión por distintos delitos.

Delgado, quien tenía 18 años, también fue parte de la Varrio Carmelas, enemiga de las bandas Varrio Norwalk y La Mirada, todas protagonistas de una guerra que ha disparado las muertes en esa ciudad.

Del 1 de enero al 30 de septiembre ahí se registraron nueve homicidios, 203% más que en 2011, siendo el brinco más alto en asesinatos en una jurisdicción con población latina que es patrullada por el Sheriff de Los Ángeles (LASD). La mayoría de las muertes se cometieron con armas de fuego.

“Ha estallado un poco la violencia de las pandillas”, expone Patrick Maxwell, capitán de la estación del Sheriff en Norwalk. “Cuando algunos de los actores principales estuvieron en prisión la ciudad estuvo tranquila”, comenta el funcionario a La Opinión.

También han subido los reportes de robo (40.4%) y las violaciones (34.1%), algo que el concejal Mike Mendez atribuye a la liberación anticipada de reos y a la crisis económica. “Hay mucha gente ahora que no tiene trabajo y que está buscando cosas para vender y conseguir dinero”, explicó.

Ni siquiera Compton, el municipio más violento del país, según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), observó un crecimiento de tal magnitud en crímenes violentos y atracos. Y ha ocurrido sin tocar los $12.7 millones que Norwalk, donde el 63% de la población es latina, destina a la seguridad pública.

El capitán Maxwell coincide en que, además de los 650 pandilleros registrados en la ciudad, su estación ahora lidia con todos los reos que, por problemas presupuestarios, pasaron a la custodia del condado y luego salieron a las calles.

“California ha liberado 35,000 prisioneros, es mucha gente que ha regresado a nuestra comunidad y comete crímenes. Es un gran reto”, dijo.

Maxwell celebra, no obstante, que al comparar las estadísticas delictivas con los últimos cinco años, los crímenes violentos en Norwalk cayeron un 23% y los delitos relacionados con propiedades un 4.8%.

“En 1996 tuvimos 811 asaltos agravados, que son balaceras, apuñalamientos o ataques graves; mientras que en 2011 registramos 211. Hemos hecho un gran trabajo”, expresó.

Más patrullajes, la promoción del programa Vecino Vigilante y reuniones comunitarias son parte de la estrategia que las autoridades de Norwalk realizan para brindar más seguridad a los residentes.

No están solos. Otras ciudades que también han experimentado un repunte en homicidios son Lancaster (292% más que 2011), La Puente (200%), Carson (97%), Compton (79.8) y Lynwood (50.9%).

Por su parte, en comunidades adineradas, como Malibu, Westlake Village, Agoura Hills, La Canada Flintridge, West Hollywood y Diamond Bar, subieron los asaltos, y el robo a vivienda y de vehículos.

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