Culmina una labor de dos décadas
Después de una jornada de dos días y con algunos tropiezos, el Endeavour llega a su nuevo hogar en el Centro de Ciencia
El Endeavour culminó su misión número 26 con el arribo a su destino final. Esta vez, sin embargo, no tuvo que llamar a Houston para notificar de su llegada.
En lugar de ello, tocó las puertas del Centro de Ciencias de California, donde ya lo esperaban con mucha anticipación. Su entrada estuvo precedida del tributo rendido a lo largo de la ruta por los angelinos, astronautas que volaron a bordo de él y los turistas que se encontraban de visita o vinieron exclusivamente para participar del evento
El viaje que comenzó el viernes en horas de la madrugada continuó durante la noche del viernes y la madrugada del sábado, permitiendo incluso que llegara con anticipación al Fórum de Inglewood.
“Creo que esta es una oportunidad para que nuestros hijos de aquí de la ciudad puedan ver algo de lo que podemos sentir mucho orgullo”, dijo Eloy Morales Jr., concejal por el Distrito 3, uno de los cuatro pertenecientes a la ciudad de Inglewood. “Es algo que han aprendido durante muchos años en las escuelas y ahora van a poder formar parte de un momento que es histórico”.
Al igual que en el Fórum, mucha gente se congregó en el tercer lugar de parada del Endeavour, ubicado en el Baldwin Hills Crenshaw, en las esquinas de las Avenidas Crenshaw y Martin Luther King, donde llegó con más de cinco horas de atraso.
Mientras esperaban la llegada del transbordador, la muchedumbre pudo disfrutar de un variado espectáculo musical que incluyó música, poesía y actos acrobáticos.Voluntarios del Centro de Ciencias de California repartieron camisetas con la leyenda “Yo quiero a mi transbordador”, así como almohadas de poliestireno con la forma del Endeavour y hojas con las figuras del transbordador para que los niños recortaran e hicieran figuras del mismo.
El retraso resultó incomodo para muchos, pero al final se convirtió en una fiesta. Lo que estaba pautado para durar solo media hora, se volvió un motivo de alegría entre las personas que colmaban las calles. La multitud abarcaba el equivalente a una cuadra y media, en el lugar destinado para que observaran el transbordador. La policía apenas se daba abasto para alejar a las personas de las aceras. Pero, a pesar de todos los inconvenientes, el público se comportó muy bien. Lo único que se escuchó fue el grito de “Traigan el transbordador”, por parte de la multitud poco después de las seis y media de la tarde.
La emoción de las personas no tenía límites. Las cámaras salieron a relucir, mientras los gritos de alegría se escuchaban entre la multitud. Los padres cargaban a sus hijos para que estos pudieran tener una mejor vista del transbordador. Se escuchó de fondo la música de la película “La Guerra de las Galaxias” y posteriormente el joven Jesús de la Cruz, quien participó en el programa America Got Talent, entonó el himno nacional.
La espera fue algo que al final rindió sus frutos, especialmente para los que llegaron de muy lejos.
“Queríamos estar temprano para agarrar puesto y poder verlo bien”, dijo Herminia Sánchez, quien con su esposo llegó desde Palmdale a las 8 de la mañana para ver al Endeavour. “Creo que valió la pena, pero se hizo esperar”.
La tardanza se debió en parte, al corte a último minuto de algunos árboles que estorbaban en el camino, en las cercanías de las Avenidas Crenshaw y Florence. Como consecuencia un grupo de personas se acercaron al lugar y comenzaron a protestar por la tala de los mismos. Eso los detuvo por algún tiempo.
Debido a la demora, el Departamento de Bomberos de Los Ángeles recibió aproximadamente 78 llamadas de emergencia, aunque la mayoría de ellas relacionadas con casos de deshidratación, señalaron oficiales de ese departamento. Para evitar más incidentes, el LAFD colocó tres fuentes de agua en tres puntos de la intercesión de la Crenshaw con la Martin Luther King. Asimismo, voluntarios del Centro de Ciencias de California repartieron botellas de agua, donadas por la tienda Wal-Mart ubicada en el centro comercial. Como consecuencia del retraso, las actividades pautadas durante su parada de media hora tuvieron que adelantarse. Algunos de los espectáculos musicales fueron repetidos para entretener al público.
“Hoy estamos siendo testigos de algo verdaderamente especial. En 25 misiones, el transbordador Endeavour despegó a las estrellas y tocó los cielos”, dijo Alcalde Antonio Villaraigosa. “El verdadero regalo del transbordador es la inspiración”.
La presentación de tres de los astronautas que participaron en misiones del Endeavour, Kathryn Hire, Gregory Johnson y Michael Fincke también tuvo que ser adelantada.
“Es muy emocionante esta aquí y ver a todos ustedes que han venido a ver este hermoso transbordador, el Endeavour”, dijo Hire, quien participó en dos misiones. “Tuve el honor de volar en él y ahora me siento feliz porque ahora tenemos la oportunidad de compartirlo con todos ustedes”.
Después de su programada parada en ese punto, el Endeavour continuó su accidentado viaje hacia su lugar de jubilación. Su llegada fue un poco mas tarde de lo esperado, ya que se suponía que debía llegar entre las siete u ocho de la noche, en medio de la alegría de los presentes que los esperaban en las cercanías del Centro de Ciencias. Sin embargo, la verdadera fiesta de despedida fue la que protagonizaron los espectadores que estuvieron esperando largas horas para verlo aunque fuera cinco minutos.
“Estamos mirando hacia el futuro, el de nuestros hijos y nuestros nietos, su sed de conocimiento y sus respuesta de lo que hay mas allá de las estrella la celebramos con esta fiesta magnifica de hoy”, dijo Jan Perry, concejal por el Distrito 9 y candidata a alcalde. “Merecemos ser el hogar del Endeavour, el cual servirá de inspiración para los futuros científicos, para los que tienen una mente curiosa”.