‘Oposición está sin dirigentes’

Fernández dice que no hay 'proyecto alternativo' al suyo

Un hombre observa la multitud de manifestantes contra Cristina Fernández en una de las plazas de Buenos Aires.

Un hombre observa la multitud de manifestantes contra Cristina Fernández en una de las plazas de Buenos Aires. Crédito: APs

BUENOS AIRES, Argentina (EFE).— La presidenta argentina, Cristina Fernández, consideró ayer que en su país no hay dirigentes políticos capaces de ofrecer “un proyecto alternativo” al suyo, en su primera intervención tras las multitudinarias protestas contra el Gobierno registradas el jueves.

“El verdadero problema es la falta de una dirigencia política que represente un modelo alternativo. De eso no podemos hacernos cargo”, dijo la mandataria, que evitó mencionar abiertamente las protestas.

“No nos podemos hacer cargo nosotros de esa falta, nosotros creemos en nuestro proyecto político, [los otros] que se encarguen de generar un proyecto basado en lo que quiera la sociedad”, subrayó Fernández, arropada por buena parte de su Gabinete en un encuentro con alcaldes de la provincia de Buenos Aires.

La mandataria volvió a evocar la figura de su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), quien, según dijo, se empeñó en “convencer a los argentinos de que las decisiones las tomaba la Casa Rosada” (sede de Gobierno).

Aseguró que su proyecto político “es de inclusión”, hasta para quienes no están de acuerdo y reivindicó los principales ejes de su gestión.

En tono enérgico, cargó de nuevo contra los fondos de inversión como el que ha desatado el proceso legal que mantiene retenida en Ghana la fragata Libertad, el buque escuela de la Armada argentina, desde comienzos de octubre.

“Ya sabemos cómo son los fondos buitres. Lo que me asombra, me conmueve y si quieren me conmociona, es que haya argentinos que se pongan contentos con eso o del lado de los fondos buitres”, agregó.

“Están confundidos, el Gobierno es temporal, lo que no es temporal es la patria, es Argentina”, concluyó.

Cientos de miles de personas se movilizaron el jueves en Buenos Aires y en las principales ciudades del país, tal como lo habían hecho ya el pasado 13 de septiembre, convocados a través de las redes sociales.

Los manifestantes reclamaron, entre otras cosas, mayor seguridad, respeto a la libertad de prensa, una justicia independiente, control de la inflación y el fin de las restricciones cambiarias, además de pronunciarse en contra de que se cambie la Constitución para permitir que Fernández compita en 2015 por un tercer mandato presidencial.

Por otra parte, Patricio Giusto, de la consultora Diagnóstico Político, explicó a EFE que “hubo mensajes muy diversos en contra del Gobierno pero también, solapadamente, críticas a la oposición por no unirse, por no generar alternativas claras y referentes claros para toda esa gran masa que está sedienta de liderazgos y de una alternativa”.

Giusto no descartó que el Gobierno anuncie antes de fin de año “algún tipo de medida que descomprima este clima social cuya tensión va en ascenso”.

Para el filósofo Ricardo Forster, referente kirchnerista, el jueves quedó claro que el sector que discrepa con el Gobierno “no tiene quién los represente”.

A juicio de José Nun, exsecretario de Cultura kirchnerista, las movilizaciones son muy similares a las protestas de indignados de Europa y EEUU y confirman que el Gobierno “está perdiendo la calle” y “haría muy mal en no prestarle atención”.

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