No se escapa de pena capital

Juez niega revisar caso de mexicano condenado a muerte en Texas

Edgar Tamayo Arias, de 45 años y originario del  estado mexicano de Morelos, fue sentenciado a muerte en Texas por el himicidio de un policía; será ejecutado próximamente.

Edgar Tamayo Arias, de 45 años y originario del estado mexicano de Morelos, fue sentenciado a muerte en Texas por el himicidio de un policía; será ejecutado próximamente. Crédito: Notimex

DALLAS, Texas (Notimex).— La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos se negó ayer a revisar el caso del mexicano Edgar Tamayo Arias, sentenciado a muerte en Texas, pese a que se encuentra amparado por un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

El reo es uno de los 51 mexicanos sentenciados a muerte en EEUU amparados por el fallo de la CIJ, que ordenó revisar todos los casos dado que durante sus detenciones y juicios fueron violados sus derechos como extranjeros, tutelados por la Convención de Viena.

La CIJ determinó en 2004 (y lo ratificó en 2009) que las autoridades estadunidenses violaron en estos 51 casos la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, que fue firmada en 1963 por casi la totalidad de países del mundo incluidos Estados Unidos y México. No obstante, en pleno desafío al derecho internacional, Texas se ha negado a acatar la orden de la CIJ y ha ejecutado ya a dos mexicanos enlistados en el fallo de ese tribunal: José Ernesto Medellín (en mayo de 2008) y Humberto Leal (en julio de 2011).

En el litigio previo a la ejecución de Medellín la Suprema Corte de Justicia estadunidense determinó que sí tenía derecho al amparo del fallo de la CIJ para que se revisara su caso pero señaló que Texas no estaba obligado a acatar el dictamen de la corte internacional. La determinación de la Suprema Corte en ese caso puso al descubierto el vacío legal que existe en EEUU, donde se carece de una ley que obligue a las entidades a cumplir los tratados internacionales que este país firma con otras naciones del mundo.

En entrevista a Notimex en 2008 desde el pabellón de la muerte de la unidad carcelaria Polunsky, en Livingston, Tamayo denunció que en Texas no existe justicia para pobres, hispanos ni afroamericanos. “Nuestra pobreza y nuestro color de piel nos hacen culpables”, dijo.

Tamayo fue declarado culpable y sentenciado a la pena máxima por lo que en Texas se considera uno de los peores crímenes: matar a un policía.

La decisión tomada por la Corte Suprema allana el camino para que las autoridades de Texas fijen fecha de ejecución a Tamayo, de 45 años de edad, originario del estado mexicano de Morelos.

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