Mujer discapacitada enfrenta embargo en South Gate (Fotos)

Acusan que bancos no evalúan las modificaciones de préstamo

Ana Casas Wilson alza la voz para defender su vivienda, y desde su silla de ruedas   lucha por la propiedad en la que ha vivido por más de 30 años. Además de  enfrentar el embargo hipotecario a cargo de Wells Fargo,  también podría ir a la  cárcel.

Ana Casas Wilson alza la voz para defender su vivienda, y desde su silla de ruedas lucha por la propiedad en la que ha vivido por más de 30 años. Además de enfrentar el embargo hipotecario a cargo de Wells Fargo, también podría ir a la cárcel. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person> Ciro Cesar< / person>

A pesar de la dificultad para hablar que le provoca la parálisis cerebral que padece desde su nacimiento, Ana Casas Wilson alza la voz para defender su vivienda.

A pesar de la silla de ruedas que tiene que utilizar, esta residente de South Gate se desplaza para luchar por la propiedad en la que ha vivido por más de 30 años.

A pesar del cáncer de seno que le diagnosticaron en 2008, esta señora de 50 años de edad no se da por vencida y se aferra a la humilde vivienda marcada con el 8968 de la avenida San Juan.

Y es que doña Ana enfrenta el embargo hipotecario a cargo de Wells Fargo y también la posibilidad de ir a la cárcel por la acción de protesta que realizó hace siete meses frente a la mansión de un ejecutivo de ese banco.

El pasado 26 de abril, apoyada por la organización ACCE (Alliance of Californians for Community Empowerment), doña Ana acudió a la residencia del jefe de finanzas de Wells Fargo, Timothy Sloan, en San Marino (sureste de Pasadena), con la intención de pagar la mensualidad de su casa.

El banco se ha negado a aceptarle los pagos y por ello acudió a la casa de Sloan, pero fue recibida por los policías de esa ciudad, quienes le presentaron cargos por supuestamente oponerse a una orden de retirada y entrar sin autorización a propiedad privada con intenciones de causar daño, explicó su abogado, Geoffrey R. Pope.

A decir de doña Ana, desde que le diagnosticaron el cáncer, ella y su esposo se vieron en dificultades para hacer los pagos de la casa y el banco les negó una modificación de préstamo.

“No les estoy pidiendo caridad, quiero que acepten mis pagos”, mencionó. “Me da coraje, porque esta casa no es de ellos, eso que están haciendo es avaricia”.

Doña Ana tiene audiencia en corte el 26 de noviembre.

Alfredo Padilla, vocero de Wells Fargo, aseguró que el banco ofreció modificar el préstamo un par de ocasiones, pero lo rechazó.

“También le ofrecimos asistencia financiera para la reubicación a una nueva casa y también se negó”, indicó Padilla.

Respecto a los cargos (por delitos menores) que pesan contra la señora Casas, Padilla dijo que eso depende de las autoridades.

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