Peña Nieto busca desaparecer secretaría de Seguridad Pública

El mandatario presentó unas iniciativas de reformas constitucionales que examinan una serie de modificaciones en la administración pública

Enrique Peña Nieto entregó ayer al Partido Revolucionario Institucional (PRI) un par de iniciativas de reformas constitucionales que contemplan la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública.

Enrique Peña Nieto entregó ayer al Partido Revolucionario Institucional (PRI) un par de iniciativas de reformas constitucionales que contemplan la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública. Crédito: AP

MÉXICO, D.F.- El presidente electo Enrique Peña Nieto entregó ayer a los líderes parlamentarios de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), un par de iniciativas de reformas constitucionales que contemplan la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública entre una serie de modificaciones a la administración pública que fortalecerían a la Secretaría de Gobernación.

A la par se crearía un Instituto Anticorrupción que sustituiría, en caso de aprobarse en el Congreso, a la actual Secretaría de la Función Pública y que simboliza el cumplimiento de su primera promesa de campaña, ensombrecida por acusaciones de su entonces más cercano rival, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

“Esto es un paso significativo para combatir la corrupción y reorganizar la administración pública”, dijo ante legisladores priistas y de su aliado Partido Verde Ecologista de México.

El empoderamiento de la Secretaría de Gobernación –que según fuentes cercanas al próximo mandatario, podría ser encabezada por Luis Videgaray, actual coordinador del equipo de transición- pretende “garantizar la seguridad del país” y “la protección de los ciudadanos”, según detalló el mandatario electo.

Asumiría el control del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la conducción de Seguridad Interna, control del delito y sistema penitenciario; desarrollaría tareas de vigilancia fronteriza; ejercería el mando de la Policía Federal y auxiliar, además de sus tareas de coordinar la política interna y de derechos humanos.

“No hay cambios, simplemente se está regresando a la antigua estructura priista antes de que el Partido Acción Nacional lo sacara del poder (en el año 2000, con Vicente Fox)”, observó el analista de seguridad José Fernández Santillán, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. “Regresan a la Secretaría de Gobernación los dientes que le quitaron en materia de seguridad”.

El analista observa la medida como positiva: hasta ahora no se coordinaba ni con el Ejército, ni la Marina y tuvo grandes conflictos con la Procuraduría General de la República (PGR), principalmente desde que asumió el control de la SSP Genaro García Luna.

En otras opiniones, como la de congresistas de izquierda, una eventual desaparición de la SSP sería un revés al federalismo porque consideran que se centralizarían funciones. “Es generar un poder absoluto”, opinó Ricardo Monreal.

Peña Nieto apostó “por tener el consenso y el respaldo necesario” con los congresistas presentes que se comprometieron a buscarán aliados en otras fuerzas políticas para lograr la mayoría que requiere la aprobación de las iniciativas.

En el caso de la creación del Instituto Anticorrupción hubo una respuesta inmediata de los congresistas presentes. “Vamos a dignificar la función pública”, afirmó el senador Emilio Gamboa. “El PRI se declara preparado para reorganizar el servicio público”, expresó el diputado Manlio Fabio Beltrones.

El nuevo organismo de transparencia tendría la facultad de autonomía para seguir denuncias por iniciativa propia “de oficio” o por denuncias o reportes ciudadanos en contra de funcionarios; además de que no estaría obstaculizada por secreto bancario, fiduciario o fiscal y también serían investigados particulares involucrados.

“En el círculo de la corrupción mal hace el que corrompe como el que se deja corromper”, sentenció Peña Nieto.

El presidente electo buscaría que en cada uno de los 32 estados del país hubiera un organismo contra la corrupción con personalidad jurídica y autonomía que se rijan por un Consejo Nacional de Ética Pública.

En el ámbito agrario, la actual Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural sería transformada en una Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano con énfasis en la regulación de asentamientos humanos que se transformaron en los últimos años: el 78% de la población vive actualmente en grandes ciudades.

“Hace falta una mejor planeación urbana y sustentable”, adelantó.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain