Cuernos siempre ganan

Hay temas más importantes que la infidelidad del espía-en-jefe, ex-general.

Sociedad

Dicen que la alegría en casa del pobre dura menos que un merengue en la puerta de un colegio… o algo así. Yo que estaba disfrutando al máximo la súbita visibilidad e importancia de los latinos en las elecciones presidenciales y la consecuente agonía, confusión y ataques de mea culpa de la extrema derecha, cuando ¡cataplum! sale el bochinche del espía-en-jefe, ex-general de cuatro estrellas y sus dos querindangas.

Como siempre, cualquier historia que incluya sexo toma precedencia en los medios noticiosos. El público tiene un hambre insaciable de información personal, digna de telenovelas, sobre figuras célebres.

Espías, seguridad nacional, escándalo, infidelidad… ¿Quién puede con eso? Nos han sacado del escenario antes de terminar nuestra canción y aquí estamos aparentemente de nuevo, en la trastienda de la opinión pública con los ratones.

Pero detrás de la trastienda hay otra trastienda donde al menos la cuestión de reforma del sistema de inmigración parece que comienza a tocarse con seriedad, hasta por algunos miembros del Tea Party, como el Senador Rand Paul de Kentucky y el Republicano de la vieja guardia, Senador Lindsey Graham de Carolina del Sur.

Pero eso resulta algo aburrido para el público en general y sobre todo para los que votaron por Mitt Romney, que prefieren noticias sobre lo que ellos interpretan como la ineptitud de la administración de Obama.

El espacio que están tomando las noticias de cuernos militares también disminuye la difusión de otros eventos surgidos de las elecciones. Como por ejemplo, lo que hay detrás de la solicitud de 40 estados para separarse de la nación.

Lo curioso es que ahora los estados que quieren irse por cuenta propia no están todos en el Sur. Individuos en los estados azules como Nueva York y Nueva Jersey también han comenzado la campaña de recolectar las 25,000 firmas necesarias para recibir una respuesta de la Casa Blanca.

Son malos perdedores en verdad. Pero este llamado a la desunión, que seguramente no irá a ninguna parte, acoge a individuos y organizaciones racistas que tienen en su seno el germen de la violencia y poseen una abundancia de armas de fuego.

También los vociferantes animadores de programas radiales y de Fox News deben tomarse un Valium y moderar el tono de sus comentarios que pueden prender la mecha de un sinnúmero de desquiciados con nubes de sangre en los ojos y un arsenal en el sotano.

Las autoridades deben concentrarse menos en la pegadera de cuernos y estar alerta a un posible aumento de amenazas contra el Presidente y demostraciones de violencia contra las minorías que le dieron una segunda victoria.

Esto no es cosa de juego ni de bochinches picantes.

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petraeus
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