Peña Nieto toma la presidencia

Luego de visitar al presidente de EEUU, Barack Obama, Enrique Peña Nieto reemplazará el lugar de Felipe Calderón

WASHINGTON D.C.-MÉXICO D.F.— El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, se reunió con la líder de la minoría demócrata Nancy Pelosi (D-CA) y con legisladores hispanos en el Congreso.

El líder mexicano agradeció la hospitalidad y recalcó que su gira está enfocada en estrechar la relación entre México y Estados Unidos. “El Río Bravo más que dividirnos nos une”, dijo en una rueda de prensa junto a Pelosi, donde estuvieron acompañados por congresistas como Xavier Becerra, Henry Cuellar, Rubén Hinojosa y Silvestre Reyes.

“Esta visita se enmarca en ampliar la relación. Queremos mantener una conversación constante […] queremos lograr una integración mayor de América del Norte, para tener una relación más competitiva que cree empleos para los ciudadanos de ambos países”, aseguró en el salón Rayburn del Capitolio.

Pelosi dio la bienvenida a Peña Nieto y aprovechó la oportunidad para felicitarlo por su reciente triunfo en las elecciones. A su vez, destacó sus intenciones de profundizar la relación con México.

“Esperamos trabajar en áreas como seguridad en la frontera, combate al tráfico de drogas, energía, relaciones económicas y una reforma migratoria integral”.

Peña Nieto se reunió también con el presidente Barack Obama y con el liderazgo del Senado, con quienes abordó temas migratorios, económicos y de seguridad.

“El miedo se mide en vallas”, explotó Ricardo Monreal el coordinador del izquierdista Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados, el recinto en la capital mexicana donde el presidente electo Enrique Peña Nieto tomará posesión este sábado 1 de diciembre protegido por un cerco metálico y humano impuesto por el Estado Mayor Presidencial.

La barricada pretende mantener a raya a manifestantes afines al excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y de organizaciones “Antipeña” como estudiantes del movimiento Yosoy132 inconformes por el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al que acusan de comprar votos y rebasar los topes de gastos de campaña.

Los bloqueos de calles y avenidas a las que sólo se tiene acceso con previa autorización entorpeció las labores legislativas y enfureció a los vecinos, pero los congresistas que avalaron la medida opinaron que una transición ordenada “vale más” que unos días de incomodidad.

Así justificó el ánimo callejero el Partido Acción Nacional (PAN) en voz de su líder en la Cámara Baja, Luis Alberto Villarreal, quien garantizó “civilidad” en sus filas mientras los legisladores izquierdistas evalúan su comportamiento después de la experiencia de 2006 cuando tomaron la tribuna en protesta por la victoria de Felipe Calderón, a quien acusaron de fraude.

“No será un día de campo”, adelantó la diputada Dolores Padierna, pero el Partido de la Revolución Democrática aún no define su futuro actuar durante la sesión que investirá a Peña Nieto como el nuevo mandatario mexicano. “Nos reservamos el derecho de organizar actos que evidencien que no lo reconocemos”.

Frente a tal escenario, los legisladores priistas arrancaron desde la semana pasada una campaña que busca “moderar” posibles maltratos verbales, físicos o psicológicos a su ungido.

De entrada, consensuaron con cinco de los siete partidos políticos —a excepción de Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo— con representación en el Congreso, un formato que impide la crítica directa porque el nuevo mandatario no escuchará el posicionamiento de los partidos por su llegada al poder.

Peña llegará después del discurso de cada una de las fuerzas políticas que emitirán su postura una vez que comience la ceremonia —alrededor de las 9:00 hora local— tras la lectura del Bando Solemne que declara la presidencia para el periodo 2012-2018 y el nombramiento de las comisiones de cortesía que acompañarán a los mandatarios entrante y saliente (Felipe Calderón) a San Lázaro, la sede.

“Veo una toma de posesión tranquila”, avistó el senador priista Emilio Gamboa al dirigirse a sus compañeros más cercanos a López Obrador. Llamó “amiga” a la aliancista Layda Sansores y a Miguel Barbosa “un negociador”, “serio” e “inteligente”

“No veo una toma de tribuna como la de hace seis años”, persuadió.

“Podrá manifestarse uno, dos o tres diputados federales, están en su derecho”.

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