Donovan crea tensión

Capitán del Galaxy se comporta hosco antes de final contra Houston

Landon Donovan fue ayer el fiel reflejo de esa frase que dice: una imagen habla más que mil palabras.

Con la barba negra tupida, rostro adusto, ceño fruncido, la mirada fija en el horizonte y sin sonreír en ningún momento, el capitán del Galaxy de Los Ángeles se presentó a la conferencia de prensa previa a la final de hoy ante el Dynamo de Houston.

Landon, ¿contra el Houston será el último partido que jugarás con el Galaxy?

“No voy a hablar de eso”.

Landon, ¿tienes ofertas para ir a jugar a México o España?

“No voy a hablar de eso”.

Landon, ¿cuánto tiempo tendremos que esperar para saber tu decisión de si sigues jugando u optas por el retiro?

“No voy a hablar de eso”.

Tres preguntas diferentes, una misma respuesta.

Donovan estaba enfrentando una nube de preguntas que él mismo se creó al declarar hace días estar cansado del futbol y que la final contra Houston podría ser su último partido como profesional.

Visiblemente molesto, el mediocampista del Galaxy nunca volteó a ver a su entrenador, Bruce Arena, ni a su compañero de equipo, Robbie Keane, quienes lo flanqueaban en la cita con los medios de comunicación efectuada ayer en el Home Depot Center.

La actitud mostrada por Donovan es la de un hombre que está molesto, que está descontento, que está confundido.

Cuando atiende a los periodistas, Donovan acostumbra ofrecer respuestas extensas, hacer bromas, sonreír, ayer no fue el caso.

Vestido con pants azules y una camiseta gris del Galaxy, el llamado “Capitán América” no veía la hora de abandonar la sala donde decenas de cámaras le apuntaban directamente a los ojos.

Ni siquiera los elogios que recibió por parte de Keane hicieron que Donovan moviera facción alguna de su rostro de piedra.

“He tenido la oportunidad de jugar al lado de extraordinarios futbolistas, y Landon es uno de ellos, uno de los mejores con los que he coincidido”, afirmó el capitán de la selección irlandesa.

Las palabras de Keane no fueron suficientes para despertar de su letargo a Donovan, quien dosificó sus frases para solamente referirse a la final de hoy contra el Dinamo de Houston.

La creatividad que caracteriza al número 10 del Galaxy dentro y fuera de la cancha desapareció por completo.

“Será un juego difícil, un juego complicado pero esperamos salir adelante”, fue lo mejor que ofreció ayer.

Los 15 minutos que pasó frente a los medios de comunicación compartiendo una mesa con su entrenador y su compañero de equipo se le hicieron una eternidad al mediocampista de cuadro angelino.

Cuando el representante de la MLS pidió a los tres integrantes del Galaxy que se reunieran en el centro del estrado para que la prensa gráfica hiciera su trabajo, desgarbado y con lentitud, Landon Donovan se puso en medio de Bruce Arena y Robbie Keane.

El entrenador y el jugador irlandés tenían la sonrisa a fiel piel para los fotógrafos.

Por su parte, Donovan trató de fabricar una sonrisa, pero lo más que consiguió fue hacer una mueca extendida con sus labios.

Landon, ¿qué va a pasar contigo después del juego contra Houston?

Por el momento, nadie tiene la respuesta a esa pregunta.

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