Funes defiende a su escolta
Justifica la golpiza que le dio a un exfuncionario que obstruyó su caravana
SAN SALVADOR, El Salvador (EFE). El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, defendió ayer a uno de los miembros de su escolta, que propinó una golpiza al extitular de la empresa estatal de aguas supuestamente por obstaculizar el paso de una caravana oficial con su vehículo, el 23 de noviembre pasado.
Douglas Durán, “un miembro del honorable batallón presidencial (…), está siendo acusado injustamente por cumplir su deber, que es garantizar la integridad física del Presidente y de su familia”, dijo Funes durante su discurso en un acto de graduación de 65 oficiales de la Fuerza Armada de El Salvador.
Sin embargo, añadió, “dejo a criterio de las autoridades judiciales el futuro y el destino de ese servidor público, pero no puedo menos que reconocer su esfuerzo, y por lo tanto expresarle públicamente que tiene todo mi apoyo por la labor que viene realizando”.
El extitular de la empresa estatal de aguas de El Salvador Francisco Gómez ha denunciado ante la Fiscalía General de la República a Durán, quien actualmente está siendo procesado por el delito de lesiones.
Según Gómez, miembros de la escolta de Funes le persiguieron hasta su casa, donde le propinaron la golpiza porque él supuestamente obstaculizó el paso de la caravana presidencial con su vehículo en un sector de San Salvador.
Sin embargo, el Estado Mayor Presidencial aseguró ese mismo día en un comunicado que Gómez se resistió a los requerimientos de los escoltas, a quienes insultó, y que se golpeó porque “cayó al piso”.
Funes, tras su discurso, reiteró en declaraciones a la prensa que Durán sólo estaba en “cumplimiento” de su deber, “así que no hubo exceso de fuerza; el señor Gómez se ha extralimitado y ha hecho un show y ha querido chantajear a las autoridades”.
“En cualquier país del mundo un vehículo que obstaculiza el tránsito libre de una caravana [presidencial] es obligado a salir de la vía libre”, añadió.
El gobernante agregó que “el señor Gómez no se quiso apartar y no sólo (no) se quiso apartar, sino que estuvo a punto de arrollar a uno de los motorizados, los insultó y me insultó a mí”.