Pelean en los cuartos

BARCELONA, España (EFE).— Barcelona y Málaga, protagonistas del partido más destacado de la última jornada liguera, en el que los azulgrana se impusieron por 1-3, vuelven a medirse hoy en la ida de los cuartos de la Copa del Rey.

El mconjunto azulgrana encara el partido con las ausencias de David Vill mientras que por el cuadro visitante Jéremy Toulalan y Joaquín estarán ausentes.

Será un encuentro en el que no valdrá el precedente liguero, según los protagonistas, y en el que el entrenador barcelonista, Tito Vilanova, debe decidir con qué efectivos cuenta.

Con la Liga prácticamente asegurada, es posible que el Barsa quiera forzar más la máquina en otras competiciones.

Lo único seguro es que David Villa, lesionado durante el partido copero ante el Córdoba, no podrá jugar debido a un problema muscular.

También es clara la apuesta de José Manuel Pinto en la portería de Barcelona.

En todo caso, el partido podría servir para que algunos titulares del líder de la Liga descansen.

En este sentido, Vilanova podría dejar de salida en el banquillo a Xavi Hernández, Alves y Pedro para dar entrada a Thiago, Adriano y Alexis.

Leo Messi tiene un puesto fijo en la delantera y en la pareja de centrales, Carles Puyol podría dejar a Javier Mascherano en el banquillo.

Mientras tanto, el Málaga tratará de olvidar el enfrentamiento con el conjunto azulgrana del pasado domingo y buscará un resultado que le permita abrigar esperanzas de superarlo en la vuelta en la cancha andaluza.

Pese a las ausencias de Toulalan y Joaquín, el técnico chileno Manuel Pellegrini ha convocado a 18 jugadores, prácticamente todos titulares, por lo que opondrá un equipo fuerte a un Barcelona que en su campo solamente ha cedido un empate, contra el Real Madrid, en la competición española.

Pellegrini podría efectuar rotaciones pensando también en el partido del próximo sábado, ante el Celta de Vigo, y futbolistas como Gámez, Saviola, Kameni, Iturra, Portillo, Sebastián Fernández y Buonanotte tienen posibilidades de jugar desde el principio.

El Real Zaragoza recibe hoy a un Sevilla que estrena técnico, al sustituir Unai Emery al destituido Míchel.

El duelo de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey supondrá un nuevo examen de la cuestionada fiabilidad que ofrece el conjunto aragonés en la presente temporada jugando como local.

La afición aragonesa suspira porque su equipo reverdezca viejos laureles en la competición que más satisfacciones le ha dado a lo largo de su historia y en la que acumula seis títulos; aunque el camino todavía se antoja demasiado largo para alcanzar al menos la final.

En un mes de enero completamente cargado de partidos, con dos choques por semana si se clasifica para disputar las semifinales coperas, la situación se ha complicado notablemente para el equipo zaragocista, que entrena el sevillano Manolo Jiménez, por las sanciones con las que deberá afrontar el partido liguero.

Jiménez tendrá bastantes más efectivos a su disposición para enfrentarse al que ha sido su equipo de toda la vida que para hacerlo cuatro días después en la Liga, contra el Real Valladolid.