Ojo seco, un mal femenino
El 60% de las mujeres mexicanas mayores de 50 años sufren del Síndrome del ojo seco cuando entran a la menopausia.
El síndrome del ojo seco es una enfermedad propia de los cambios hormonales que se presentan durante la menopausia. Crédito: <copyrite> La Opinión - </copyrite><person>Archivo< / person>
GUADALAJARA, México. El 60 por ciento de las mujeres de 50 años o más padecen del síndrome del ojo seco, debido a los cambios hormonales propios de la menopausia, que suele presentarse en promedio a dicha edad, informó recientemente la experta Adrián Beltrán Martínez.
La especialista en Oftalmología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, adscrito al Hospital General de Zona (HGZ) No. 14, afirmó que enfermedades autoinmunes como el lupus, constituyen otros factores de riesgo para padecer esta enfermedad.
¿En qué consiste?
Beltrán Martínez explicó que el síndrome de ojo seco se presenta cuando hay una mala calidad o cantidad en la producción de lágrimas, la cual, en época invernal se agrava como resultado del frío, la falta de humedad y el viento.
Además señaló que las lágrimas cumplen con tres funciones principales: humectar o humedecer el ojo, lubricar para facilitar su movilidad y proteger de virus y bacterias mediante la limpieza.
Por lo tanto, dijo, las personas con este padecimiento, además de la resequedad presentan molestias tales como ojos irritados, sensación de arena y la aparición frecuente de infecciones oftalmológicas.
La galena dio a conocer que el diagnóstico se realiza mediante un estudio en donde se tiñe la lágrima para observar su adhesión al ojo, así como una revisión en los bordes de párpados y sus mucosas.
Beltrán Martínez destacó que si bien este síndrome no es reversible, sí se puede tratar, con lo que el paciente tiene una buena calidad de vida.
El tratamiento, detalló, consiste en la aplicación de gotas lubricantes, medicamentos moduladores del sistema inmunológico y sólo en casos extremos, cirugía.
“Puesto que el síndrome del ojo seco se presenta por factores genéticos, no es posible su prevención, sin embargo, existen medidas para retardar su aparición o atenuar sus efectos y éstos incluyen una dieta balanceada, tomar al menos dos litros de agua al día y hacer ejercicio, así como evitar el consumo de tabaco”, añadió.
La experta comentó que la mejor manera de cuidar la salud visual es acudir una vez al año con el oftalmólogo para revisión y utilizar lentes solares .
