EEUU ayuda a egipcios
La visita de John Kerry inyecta millones de dólares para paliar crisis
EL CAIRO, Egipto (EFE). Estados Unidos se comprometió ayer a inyectar una muy necesitada ayuda económica de 250 millones de dólares a las maltrechas arcas de Egipto, en el cierre de la visita del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, a este país.
Antes de partir rumbo a Arabia Saudí, dentro de su gira por Europa y Oriente Medio, Kerry se reunió con el presidente egipcio, Mohamed Mursi, a quien instó a poner en marcha las reformas que permitan cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que persigue el país árabe.
“Estados Unidos proporcionará ahora los primeros 190 millones de dólares de los 450 millones en fondos de ayuda presupuestaria prometidos”, señaló Kerry, quien aseguró que la medida se ha adoptado como un “gesto de buena voluntad” en vista de las graves necesidades financieras.
A esta cantidad se le añaden los 60 millones de dólares iniciales de un nuevo fondo empresarial creado entre los dos países, que podría alcanzar una dotación de 300 millones en los próximos años.
De cualquier forma, el jefe de la diplomacia estadounidense recordó que Egipto necesita “más trabajo duro y compromiso” para recuperar la estabilidad política y económica, según un comunicado.
En ese sentido, destacó que las próximas elecciones parlamentarias, cuyo inicio está previsto para el 22 de abril, serán un “momento critico” para la transición a la democracia en el país.
Además, se comprometió a que el Gobierno estadounidense trabaje con el Congreso de su país para destinar más ayuda económica a Egipto si este “da los difíciles pasos para reforzar su economía y conseguir la unidad política”.
La economía egipcia está lastrada por la escasez de divisas, la depreciación de la moneda local, el alto déficit y el desplome de los ingresos en sectores clave como el turismo o la inversión extranjera.
Para revocar esta situación, Egipto negocia desde hace meses con el FMI un préstamo de 4,800 millones de dólares, que algunos sectores rechazan.
El secretario de Estado estadounidense se reunió también en El Cairo con el ministro egipcio de Defensa, Abdel Fatah el Sisi; el jefe del Estado Mayor, Sedqi Sobhi, y otros altos cargos de las Fuerzas Armadas egipcias.
El Sisi expresó su interés en que aumente la cooperación militar con EEUU para desarrollar la capacidad de combate del Ejército egipcio, según la agencia oficial egipcia Mena.
Kerry agradeció el papel que juegan las Fuerzas Armadas para proteger la estabilidad y la seguridad en esta etapa y aseguró que su país apoya el proceso democrático en Egipto.
Egipto es el segundo receptor de ayuda militar estadounidense por detrás de Israel y recibe 1,300 millones de dólares anuales, además de 250 millones en asistencia económica.
Durante su estancia en Egipto, Kerry aseguró que Washington no apoya a ninguna organización o persona en concreto, sino que solo está comprometido con la democracia, aunque varios líderes opositores rechazaron el sábado reunirse con él en protesta por el supuesto respaldo de EEUU a Mursi y los Hermanos Musulmanes.
Esta atmósfera de convulsión que se respira en el país pasará un nuevo examen con la repetición del juicio contra el expresidente egipcio Hosni Mubarak y otros altos cargos, que comenzará el próximo 13 de abril, según ordenó ayer el Tribunal de Apelación de El Cairo.
La Justicia egipcia anuló en enero pasado la sentencia por la que Mubarak fue condenado a cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante la revolución que lo desbancó del poder en febrero de 2011, por lo que la repetición de su juicio arroja nuevas sombras sobre el futuro más próximo del país.
Fruto de esta inestabilidad, cientos de ultras del equipo de futbol cairota Al Ahly bloquearon ayer la avenida que conduce al aeropuerto internacional de la capital en protesta por la visita de Kerry, lo que obligó al secretario de Estado a retrasar su vuelo a Arabia Saudí.
La estancia de Kerry en El Cairo ha coincidido, además, con nuevos disturbios en la ciudad de Port Said, en el noreste de Egipto, tras el anuncio de la reubicación de los reclusos en esa ciudad por motivos de seguridad.
El responsable del Ministerio de Sanidad en Port Said, Helmy al Afny, explicó a Efe que alrededor de doscientas personas sufrieron asfixias por los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de orden y que otras 11 resultaron heridas por pedradas.
La decisión del traslado de presos se debe a los temores a nuevos disturbios en la ciudad, ya que está previsto que un tribunal emita el sábado próximo la sentencia definitiva por la masacre del estadio de Port Said, en febrero de 2012, en la que murieron 74 personas.