Sale de servicio el supercomputador
El Roadrunner cayó abatido por el rápido progreso de la tecnología
ALBUQUERQUE. La portentosa Roadrunner, precursora de un conjunto de procesadores que llegaron a imperar en el mundo de las supercomputadoras más veloces del mundo, llega a su fin en una decisión paradójica, pues será desmantelada debido al vertiginoso desarrollo de la informática.
La supercomputadora Roadrunner (correcaminos), instalada en uno de los más importantes laboratorios de investigación sobre armas nucleares en Estados Unidos, será retirada de servicio el domingo.
“Roadrunner”, con un costo de $121 millones, se encuentra en el Laboratorio Nacional de Los Alamos en el norte de Nuevo México y recibió su nombre en honor del ave oficial de ese estado.
El motivo es que el mundo de la supercomputación tiene un desarrollo acelerado y ha creado ordenadores más pequeños, más rápidos, con mayor rendimiento de energía y más baratos para sustituir a Roadrunner. No obstante, las autoridades del Laboratorio Nacional de Los Alamos afirman que es todavía una de las 25 supercomputadoras más veloces del mundo.
La supercomputadora ha sido utilizada en los últimos cinco años para elaborar modelos de virus y de partes ignotas del universo, para comprender mejor los rayos láser y para trabajar en el área de las armas nucleares. Esta labor incluye simulaciones que buscan manejar con seguridad y confiabilidad el añejo arsenal del país.
Los Alamos ya utilizan una supercomputadora llamada Cielo. Instalada en el 2010, Cielo es un poco más rápida que Roadrunner, ocupa menos espacio y costó menos de $54 millones. No se sabe exactamente cuando será necesario reemplazarlas de nuevo.