Bush exalta su gestión
Nueva biblioteca lleva su nombre, él dijo que siempre fue fiel a 'libertad'
WASHINGTON, D. C. (EFE). El expresidente estadounidense George W. Bush defendió ayer su gestión en la Casa Blanca (2001-2009) y afirmó que siempre fue fiel a sus convicciones, en especial a la “libertad”, durante la inauguración de la biblioteca sobre su legado en Dallas, Texas.
“Dedico esta biblioteca a la fe inquebrantable en nuestro país”, dijo con lágrimas en los ojos. “Siempre creeré que nuestros mejores días están por llegar”.
Los líderes “se definen por sus convicciones”, subrayó Bush en la ceremonia celebrada en la Universidad Metodista de Sur, a la que asistió su padre, el expresidente George H.W. Bush, y el presidente Barack Obama así como Jimmy Carter y Bill Clinton, que también fueron inquilinos de la Casa Blanca.
“Mi más profunda convicción, el principio rector de la administración, es que Estados Unidos debe tratar de ampliar el alcance de la libertad. Creo que la libertad es un don de Dios”, aseguró Bush.
Cuando esa libertad “fue atacada tomamos decisiones difíciles que eran necesarias para mantener seguro al pueblo estadounidense”, argumentó en alusión a las cuestionadas guerras en Irak y Afganistán.
“La libertad conlleva responsabilidad (…) Como presidente traté de actuar con estos principios todos los días. No siempre fue fácil y ciertamente no siempre fue popular”, añadió el exmandatario, que dejó la Casa Blanca en enero 2009.
Bush dio las gracias en su discurso a toda su familia y en particular a su padre, de quien afirmó que le enseñó “cómo ser presidente pero, ante todo, cómo ser un hombre”.
También habló de su primera nieta, Margaret Laura ‘Mila’, nacida este mes de abril, y de la “alegría” que le produce ser abuelo.
“Hubo un tiempo en mi vida en el que no era probable encontrarme en una biblioteca, y mucho menos que fundara una”, bromeó Bush, quien terminó su discurso emocionado y con los ojos llorosos.
Además , el expresidente recordó que “la historia mostrará que sirvió junto a grandes personas”, como Dick Cheney, que fue su vicepresidente, entre otros mencionados.
A sus 66 años, desde que abandonó la Casa Blanca en plena recesión económica, Bush ha mantenido un bajo perfil público, dedicando tiempo a la promoción de causas sociales a través de su instituto, así como a su familia, la pintura, el golf y a paseos en su bicicleta de montaña.