Tragedia les cambia la vida
Comunidad vive en sobresalto tras ataque mortal a niña de ocho años
Unos estudiantes ponen listones en el cerco de la primaria Jenny Lind de Valley Springs en honor a Leila Fowler, víctima de asesinato. Crédito: AP
VALLEY SPRINGS. Una comunidad asentada en una región de colinas salpicada por robles en el norte de California, donde habitantes de la gran ciudad llegan para alejarse de los delitos, continuaba sobresaltada el martes, tres días después de que un intruso apuñalara y diera muerte a una niña de ocho años en su hogar antes de ser divisado por el hermano de ésta, un niño de 12 años.
Mientras que el sospechoso aún sigue suelto, algunos de los niños de este enclave ubicado en las laderas de la Sierra Nevada se refugiaban ayer después de clases en el rancho de James Barci. “Nadie se queda solo”, dijo Barci, conductor de camiones y padre voluntario en la Escuela Primaria Jenny Lind, donde estudiaba la víctima, Leila Fowler, popular estudiante de tercer grado. “Avisé a mi trabajo que no iba a ir, y voy a tener a todos los amigos de mis hijos en casa hasta que esto se acabe”, agregó.
El ataque, aparentemente fortuito, tiene en ascuas a esta unida comunidad. Padres como Barci se presentaron espontáneamente el lunes en la escuela de 500 estudiantes para saludarse o atar cintas de color morado o rosa (los colores favoritos de Leila) en los árboles del recinto escolar.
El lunes pasado, las autoridades identificaron a los padres de la niña, a la vez que indicaron que un testigo afirmó ver a una persona que salía corriendo de la casa de la familia con una descripción similar a la del hombre que salió corriendo de la casa cuando el hermano de la niña lo enfrentó.
El sheriff Gary Kuntz del Condado Calaveras dijo que, según parece, el intruso intentó atacar a Leila y el asesinato no se produjo por causa de un intento de robo o delito frustrado, según publicó el rotativo The Modesto Bee; el sospechoso sigue prófugo.
En una conferencia de prensa improvisada, Jim Macedo, capitán del Departamento del Sheriff del Condado Calaveras, identificó al padre de Leila Fowler como Barney Fowler y a su madre como Krystal Walters.
Los nombres de los padres no habían sido divulgados anteriormente.
Mientras Macedo hablaba, Fowler y Walters ambos con gesto solemne y sin aceptar hablar, y con Walters al borde de las lágrimas por momentos permanecían de pie al fondo. Macedo señaló que los padres de Leila querían transmitir su solicitud de que se respetara su privacidad, pero también que se había establecido un fondo conmemorativo para su hija. También está prevista una vigilia para la noche del martes.
No se han nombrado sospechosos, pero las autoridades dijeron que un segundo testigo vio a alguien con una descripción similar a la que proporcionó el hermano de Leila que salió corriendo de la casa cuando el niño lo enfrentó.
Los investigadores también verificaron a los abusadores sexuales registrados de la zona y los reclusos en libertad condicional.
La oficina del sheriff ha divulgado poca información sobre el asesinato, más allá de una vaga descripción de un hombre con cabello largo y gris. Steve Moore, funcionario de la oficina del forense del Condado Calaveras, dijo que la niña murió a causa de las heridas provocadas por múltiples puñaladas.
