Prófugos famosos se refugian en Latinoamérica
No sólo Snowden ha pedido asilo, aquí te presentamos algunos de los casos más destacados.
Edward Snowden, exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, es uno de muchos prófugos que han buscado refugio en América Latina para evitar el alcance de las autoridades de sus respectivos países.
Muchos habían optado en decenios recientes por irse a Cuba, aunque los acogieron también otros países en la región.
Estos son algunos casos destacados:
Assata Shakur: Joanne Chesimard, su verdadero nombre, nació en Nueva York y vive al menos desde 1984 en Cuba. Shakur, tía y madrina del asesinado rapero estadounidense Tupac Shakur, fue integrante del Ejército de Liberación Negro; se le buscaba por varios delitos cuando la policía detuvo el vehículo en que iban ella y dos cómplices el 2 de mayo de 1973 en Clinton, Nueva Jersey. En el tiroteo resultante un policía estatal murió y otro fue herido.
Cuando cumplía una condena de cadena perpetua, Shakur fue liberada por amigos armados que tomaron varios rehenes. Reapareció en Cuba cuatro años después e incluso su nombre salía en el directorio telefónico de La Habana. En mayo el FBI informó que Shakur era la primera mujer en su lista de terroristas más buscados.
Ronnie Biggs: El “Gran ladrón del tren” fue uno de los delincuentes más famosos de Gran Bretaña. Biggs participó en 1963 en el asalto a un tren postal en que él y otros miembros de su pandilla se llevaron un botín equivalente a $65 millones de hoy.
Biggs escapó de prisión en 1965 y huyó a Río de Janeiro, donde grabó la canción bailable “Run to Río” y cobraba a los turistas que se quisieran tomar fotos con él. En 2001 regresó enfermo a Gran Bretaña, donde encaró prisión. En 2009 fue liberado por razones humanitarias y aún vive en Gran Bretaña.
Robert Vesco: Financiero estadounidense que en 1972 huyó de Estados Unidos, donde se le buscaba por estafar $224 millones de un fondo de inversión con sede en Suiza. Después se le acusó de tramar el pago de una comisión a Billy Carter, hermano del entonces presidente Jimmy Carter, en una operación para vender armas a Libia.
Vesco apareció en 1982 con su familia en Cuba, vivía en una embarcación anclada frente a Cayo Largo. En 1996 Cuba lo sentenció a 13 años de cárcel por comercializar ilegalmente un medicamento que según él curaba el cáncer y el sida.
Su socio empresarial Donald A. Nixon hijo, sobrino del finado presidente Richard Nixon, fue detenido con Vesco pero fue liberado. Se cree que Vesco cumplió la mayor parte de esa sentencia. Según los registros cubanos, Vesco murió de cáncer de pulmón el 23 de noviembre de 2007 a los 71 años y fue sepultado en el Cementerio de Colón de La Habana.
Philip Agee: Exagente de la CIA cuyo libro publicado en 1975, “Inside the Company: CIA Diary” (Dentro de la Compañía: Diario de la CIA), identificó a espías estadounidenses y denunció operaciones contra izquierdistas latinoamericanos.
Agee murió en 2008 en La Habana a los 72 años. Aunque nunca fue juzgado en Estados Unidos, le negaron el pasaporte en 1987 por presuntos vínculos con la inteligencia cubana. Vivió en la clandestinidad en Francia y Alemania, aunque la mayor parte de sus últimos años vivió en La Habana e incluso abrió una agencia de viajes para ayudar a estadounidenses a visitar Cuba a pesar del embargo de Washington.
Cesare Battisti: Exrebelde izquierdista italiano declarado culpable de cuatro homicidios a finales de los años 1970; es el fugitivo de más notoriedad que vive en Brasil.
Battisti fue arrestado en 2007 en Río de Janeiro después de ocultarse en Francia y México. Permaneció encarcelado hasta 2011, cuando la Corte Suprema brasileña ratificó una decisión del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva de concederle la visa para que permaneciera en el país.
Julian Assange: Fundador de WikiLeaks, de 41 años, está técnicamente en territorio ecuatoriano porque vive en la embajada del país sudamericano en Londres, donde lleva un año para evitar la extradición a Suecia, donde las autoridades quieren interrogarlo por denuncias de delitos sexuales.
El australiano y sus partidarios afirman que este caso sexual es parte de una conjura orquestada por Washington para enjuiciarlo en Estados Unidos debido a su labor en WikiLeaks, que ha difundido miles de mensajes diplomáticos y otros documentos secretos de Estados Unidos. Suecia y Estados Unidos rechazan esas aseveraciones.