Pasajeros de avión vivieron terror en San Francisco (video)
Coinciden en que es un milagro que la cifra de muertos y heridos graves no haya sido mayor
California — Después de casi 11 horas de viaje, los más de 300 pasajeros y tripulantes de un avión jumbo que viajaba de Seúl a San Francisco estaban ansiosos por llegar a su destino, pero el vuelo 214 de Asiana Airlines se estrelló apenas tocó la pista del aeropuerto de San Francisco el sábado por la mañana.
La cola del avión se rompió y la aeronave se incendió antes de detenerse. Los más afortunados no quedaron inconscientes y huyeron por los toboganes de emergencia en medio un humo espeso y un rastro de escombros.
Con espuma y agua, los bomberos ayudaban a apagar las llamas que ardían a través del fuselaje, y los policías lanzaron navajas a los tripulantes para que pudieran cortar los cinturones de seguridad de quienes quedaron atrapados, mientras los equipos de rescate retiraban a los heridos.
Horas después se confirmó que de las 307 personas a bordo del avión, 182 fueron trasladadas a hospitales de la zona y sólo hubo dos muertos: dos adolescentes chinas que fueron encontradas afuera del avión entre los escombros. Pese a lo grave del choque, sobrevivientes y testigos se sorprendieron al enterarse de que la cifra de muertos y heridos graves no hubiera sido mayor.
Vedpal Singh, que estaba sentado a la mitad del avión y sobrevivió al accidente junto con su familia, dijo que no hubo aviso previo por parte del piloto o algún miembro de la tripulación antes del aterrizaje forzoso del avión, que produjo un fuerte sonido.
“Sabíamos que algo andaba terriblemente mal”, dijo Singh, quien sufrió una fractura de clavícula y tenía el brazo en un cabestrillo.
“Es milagroso que hayamos sobrevivido”, dijo.
Otro pasajero, Benjamin Levy, de 39 años, dijo que le pareció que el avión estaba volando demasiado bajo y demasiado cerca de la bahía conforme se acercaba a la pista de aterrizaje. Levy, que estaba sentado en la fila aledaña a la salida de emergencia, dijo que sintió que el piloto intentó levantar el avión antes de que se estrellara, y piensa que la maniobra podría haber salvado algunas vidas.
“Cuando escuché la explosión, el ruido tan fuerte y el humo negro pensé: ‘Dios mío, todos murieron”’, dijo Ki Siadatan, que vive a pocos kilómetros de distancia del aeropuerto internacional de San Francisco y observó del avión “tambaleante” y “un poco fuera de control” desde su balcón. “Mi primera reacción fue pensar que nadie podría haber sobrevivido”.
El vuelo despegó de Shanghái, China e hizo escala en Seúl, Corea del Sur, antes de llegar a San Francisco, dijeron funcionarios del aeropuerto.
La aerolínea dijo que había 16 miembros de la tripulación y 291 pasajeros a bordo. El Ministerio de Tierra, Infraestructura y Transporte de Corea del Sur dijo que los pasajeros del avión incluían a 141 chinos, 77 surcoreanos, 61 estadounidenses, tres canadienses, tres de India, un japonés, un vietnamita y uno de Francia, mientras que las nacionalidades de los tres pasajeros restantes no sido confirmada. Treinta de los pasajeros eran niños.
Los medios estatales chinos identificaron a las muertas como dos chicas de 16 años que eran estudiantes de secundaria de la provincia de Zhejiang, este de China. Sus nombres eran Ye Mengyuan y Wang Linjia, de acuerdo con la Televisión Central de China, que citó un fax de Asiana Airlines y al gobierno de la ciudad Jiangshan.
El vocero del aeropuerto Doug Yakel dijo que 49 personas resultaron gravemente heridas y 132 sufrieron lesiones menos importantes.
Al menos 70 estudiantes y profesores chinos iban en el avión rumbo a los campamentos de verano, informaron las autoridades educativas de China.