México avanza a la segunda ronda
DENVER/AP Sin dar un gran encuentro, México se apoyó en goles de Marco Fabián y Luis Montes en el primer tiempo y se encaminó ayer a un triunfo de 3-1 sobre Martinica para clasificarse a los cuartos de final de la Copa de Oro 2013 como segundo lugar del Grupo A.
Fabián abrió la cuenta a los 20 minutos, Montes anotó un golazo a los 33 y Miguel Ponce selló la cuenta a los 89 para los mexicanos, que hilvanaron triunfos consecutivos por primera vez en el año para lograr su pasaje a la siguiente fase, aliviando de paso la presión que existía por los malos resultados.
Kevin Parsemain anotó de penal a los 43 por Martinica.
A los nueve, México se llevó un susto cuando el zaguero Juan Carlos Valenzuela cometió un error al intentar un despeje y Steve Gustan sacó un potente disparo que fue desviado con apuros por el portero Moisés Muñoz.
Muñoz disputó su primer partido del torneo y fue la gran novedad en la alineación del técnico De la Torre.
México reflejó su dominio a los 20, cuando Rafael Márquez Lugo sacó un buen disparo que fue rechazado por el portero Kevin Olimpia. En el rebote la pelota le quedó a Fabián, quien sacó un disparo que se fue por encima del arquero, hasta las redes.
Con la confianza de estar arriba en el marcador, México siguió insistiendo y encontró el segundo tanto cuando Montes se sacudió la marca de un hombre en las afueras del área y sacó un potente disparo que dejó sin oportunidad al portero Olimpia.
Con la clara ventaja, México cayó muy pronto en un evidente exceso de confianza y Martinica se acercó cuando Layún cometió un claro penal que Parsemain convirtió con un tiro suave y colocado a mano derecha del portero Muñoz, quien se venció al otro lado.
En el segundo tiempo, el partido cayó en un letargo sin que ninguno de los dos equipos pudiera generar peligro a puerta. México parecía conformado con el marcador, pero sobre el final del encuentro los mexicanos encontraron su tercera anotación con un centro por derecha de Layún que se paseó por el área y Ponce llegó barriéndose para empujar el esférico.