México y EEUU mejorarán seguridad fronteriza
Napolitano se reunió con Peña Nieto para acrecentar el intercambio de información entre los policías de ambos lados de la línea divisoria.
MÉXICO.- México y Estados Unidos superaron recriminaciones mutuas sobre narcotráfico e inmigración ilegal, y dieron un nuevo cariz al tema de la seguridad fronteriza con un acuerdo que prevé el intercambio de información en tiempo real entre policías de los dos países.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, se reunió hoy con la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, al cabo de una visita oficial de dos días de la funcionaria estadounidense enfocada en el tema fronterizo.
Durante el encuentro en la residencia presidencial de Los Pinos, Peña Nieto y Napolitano dialogaron sobre temas vinculados al Memorándum de Entendimiento sobre Comunicaciones Transfronterizas, suscrito ayer por la visitante y el secretario mexicano de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
“Este acuerdo permite, entre otras cosas, patrullajes coordinados en ambos lados de la frontera, así como intercambio de información en tiempo real entre policías de los dos países, derivado del establecimiento de una red de comunicaciones transfronteriza”, señaló la Presidencia de México en un comunicado.
El convenio “también considera protocolos de alertas tempranas, con el propósito de prevenir incidentes en la zona fronteriza“, añadió.
“Este acuerdo es histórico. Debemos sentirnos orgullosos de lo que podemos lograr en la función pública en favor de los ciudadanos”, afirmó Osorio después de la firma del documento en la fronteriza ciudad de Matamoros, en el nororiental estado de Tamaulipas, ayer martes.
El ministro detalló que los dos países compartirán información sobre los hechos que sucedan a ambos lados de la frontera y “la inseguridad que a través del crimen organizado se da para ciertos sectores, comunidades de ambas partes”, con el fin de poder reaccionar a tiempo.
En la misma rueda de prensa, Napolitano dijo que el acuerdo busca “compartir información y compartir los datos de inteligencia” a partir de la identificación de los riesgos que enfrentan ambos países.
El Memorándum se suma a una declaración firmada en abril pasado para coordinar acciones en materia de seguridad entre la Patrulla Fronteriza de EE.UU. y la Policía Federal mexicana.
Estas acciones marcan un cambio de tono en las relaciones bilaterales en lo tocante a la seguridad en la frontera de unos 3 mil 200 kilómetros que comparten ambos países, la más transitada del mundo, con el cruce de más de un millón de personas y 350 mil vehículos al día, según datos citados por Osorio Chong.
Por años, la línea limítrofe ha sido motivo de recriminaciones entre ambos países en cuanto al cruce de migrantes indocumentados y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, así como de armas ilegales y dinero destinados a los cárteles del narcotráfico mexicanos.
México también ha protestado en numerosas ocasiones sobre el presunto uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. durante incidentes a lo largo de la frontera y contra migrantes mexicanos.
El caso más representativo es el de Sergio Adrián Hernández Güereca, de 14 años, quien murió el 7 de junio de 2010 en la línea fronteriza que divide a la mexicana Ciudad Juárez de El Paso, Texas, a causa de los disparos hechos por el agente fronterizo estadounidense Jesús Mesa en respuesta a las pedradas que le lanzaban unos migrantes.
El fallecimiento del joven se produjo una semana después de que muriera en un hospital estadounidense el mexicano Anastasio Hernández Rojas, de 35 años, quien fue golpeado por una veintena de agentes de la Patrulla Fronteriza en las inmediaciones de la garita Tijuana-San Isidro.