Recuerdan a Luis Buñuel a 30 años de su fallecimiento
Esta semana se cumplen 30 años de la muerte del cineasta
MÉXICO, D.F. Amigos y admiradores de Luis Buñuel se juntaron la noche del lunes para rendir tributo al cineasta entre los mismos muros que habitó hasta días antes de que muriera en un hospital de esta capital, el lunes hizo 30 años.
El espíritu rebelde y transgresor del artista, que pereció a la edad de 83 años, se recordó en el salón de la que fue su casa desde 1952 y hasta 1983, presidiendo el acto un gran fotograma de Viridiana que recrea La Última Cena de Leonardo Da Vinci.
La vivienda, en una calle cerrada de la colonia Del Valle de esta capital, fue comprada por el gobierno español en 2010, y se quiere convertir en un centro de creación artística multidisciplinar.
A la cita acudieron, entre otros, su musa mexicana, la actriz Silvia Pinal, algunos de sus últimos amigos, estudiosos de la figura de Buñuel y representantes de las artes de México, pero sobre todo admiradores del cineasta nacido en Calanda (Teruel, España).
“La figura de Buñuel encarna el sentir y el vivir de alguien que abandonó su tierra para reencontrarse consigo mismo lejos de ella”, afirmó el secretario de Estado de Cultura de España, José María Lassalle, quien llegó a México para participar en el homenaje.
En el acto se pasó un documental hecho en 1964 por Robert Valery (Luis Buñuel: un cineasta de nuestros tiempos) en el que artista se explaya sobre sus ideas, sus recuerdos y sus manías.
Silvia Pinal, protagonista de tres filmes de Buñuel, rodados entre 1961 y 1965 (Viridiana, El ángel exterminador y Simón del desierto), relató cómo conoció por primera vez al artista y el trabajo que le costó convencerlo para que trabajara con ella.
La actriz logró su objetivo en Viridiana, una película que produjo el entonces esposo de la diva, Gustavo Alatriste, una colaboración que aceptó Buñuel siempre y cuando le dieran “libertad absoluta”, relató Silvia Pinal.
“Era un hombre adorado, idolatrado… Sus películas nadie las podrá repetir”, dijo la actriz, de 81 años, quien, como si lo tuviera al lado, cerró sus palabras con un “Gracias, don Luis”.
Lassalle, por su parte, recordó a Buñuel como un “transgresor estético y conceptual que se manejaba en un despiadado cuerpo a cuerpo con la realidad.”
“Desafió el convencionalismo de una realidad estéril y asfixiante a través de unos fotogramas que resaltaron la condición poética del cine y la fuerza plástica y transformadora de la imagen”, agregó.
Lassalle recordó que en su autobiografía, Mi último suspiro, Buñuel contaba que su último deseo sería “levantarse de los muertos cada década, ir a un quiosco para comprar los periódicos y leer sobre los desastres del mundo en la tranquilidad de su tumba.”
Y, por ello, el secretario de Estado español dijo que, en lugar de cada diez años, el espíritu de Buñuel debería regresar “cada día” a su casa, donde terminó sus días después de vivir en España, Francia y Estados Unidos.
“Ojalá se anime a venir aquí, a menudo, y nos ayude a agitar nuestras conciencias”, dijo.
“Ojalá que su testimonio nos ayude a demostrar que no se puede prescindir nunca de la cultura, que no puede quedar marginada ni por los mermados presupuestos que le destinamos las administraciones”, añadió.
La Casa Buñuel, en el número 27 de la cerrada Félix Cuevas, ha sufrido un proceso de remodelaciones desde que fue comprada por el Estado español.
Ha tenido esporádicas actividades culturales y ahora, según dijo Lassalle a los periodistas, se busca que sea un “espacio multidisciplinar de creación en que el cine se pone en relación con el resto de las artes.”
Se quiere hacer de la Casa Buñuel un “santuario de intercambio de experiencias estéticas”, agregó.
En esa labor participarán instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la principal casa de estudios superiores de México.
No hay fechas precisas para que comience este proyecto, que se irá conformando en función de las disponibilidades de presupuesto. “Esta crisis, más tarde o temprano terminará”, añadió Lassalle.