Plagio de pilotos complica al Líbano
El hecho puede tener 'repercusiones negativas' en las relaciones bilaterales
BEIRUT, Líbano (EFE). El jefe de la diplomacia turca, Ahmet Davutoglu, dijo ayer al Líbano que el secuestro de dos pilotos turcos en ese país puede tener “repercusiones negativas” en las relaciones bilaterales, según el Ministerio de Exteriores libanés.
Davutoglu hizo estas declaraciones en una conversación telefónica con su homólogo libanés, Adnan Mansur, en las que expresó también su “profunda preocupación” por este rapto.
Mansur afirmó, por su parte, que el Líbano “rechaza los secuestros en su territorio” y desea conservar “relaciones bilaterales sólidas con Turquía”.
“Las autoridades libanesas hacen todo lo que está a su alcance para liberar a los pilotos”, agregó Mansur, señalando que espera que Turquía no escatime esfuerzos para ayudar a la puesta en libertad de los peregrinos libaneses secuestrados hace un año en Siria.
Sobre este caso, que motivó el rapto de los pilotos, Davutoglu reiteró que su país no está implicado en el secuestro de los 11 libaneses chiíes, dos de ellos liberados más tarde.
Los pilotos de Turkish Airlines fueron secuestrados el pasado día 9 de agosto cuando se trasladaban desde el aeropuerto internacional de Beirut a un hotel que queda en el centro de la capital libanesa.
Este rapto fue reivindicado por un grupo desconocido, los “Visitantes del Imán Reza”, que advirtieron a Ankara de que los dos secuestrados “no serán liberados antes del regreso de los rehenes libaneses en Siria”.
Las medidas de seguridad se han reforzado en la embajada turca en Beirut y en la ofician de Turkish Airlines, entre otras, mientras que Ankara ha decidido cerrar temporalmente su centro cultural y su oficina de negocios en Líbano.
En este contexto de tensión y amenazas de nuevos secuestros, tres sirios fueron tomados ayer como rehenes en el valle oriental de la Bekaa.
Según la agencia oficial libanesa ANN, este secuestro es en represalia por el rapto de dos habitantes de la zona recientemente.
Los secuestros se han intensificado en el Líbano desde el inicio del conflicto sirio en marzo de 2011, algunas veces para proceder a canjes de rehenes y otras por motivos políticos.