‘No permitirán más violencia’
Gobierno egipcio pide inclusión política de partidarios de Morsi
EL CAIRO, Egipto. El líder del Ejército egipcio advirtió ayer domingo que sus fuerzas no permitirán más actos de violencia después de la muerte de cientos de personas durante varios días de inestabilidad política, al tiempo que pidió la inclusión política de los partidarios islamistas del derrocado presidente Mohamed Morsi.
El ministro de Defensa, el general Abdel Fatá el Sisi y quien encabezó el golpe de Estado del 3 de julio que derrocó al presidente Morsi, reiteró que el Ejército no tiene la intención de tomar el poder del país más poblado del mundo árabe.
Tan solo el sábado, los enfrentamientos entre la policía y partidarios del derrocado presidente de Egipto dejaron 79 muertos, informó ayer domingo el Gobierno interino. Con la nueva cifra del Gobierno, el número total de muertos en cuatro días de violencia en el país ascendió a 888.
Los enfrentamientos comenzaron el miércoles, cuando las fuerzas de seguridad respaldadas por vehículos blindados, aplanadoras y francotiradores desmantelaron dos campamentos de partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi en El Cairo. La batalla callejera duró unas 12 horas pero desató la violencia en todo el país durante varios días.
El Sisi hizo así sus primeras declaraciones públicas desde la mortífera ofensiva del miércoles contra los campamentos.
“No vamos a quedarnos en silencio observando la destrucción del país y la gente, o la quema de la nación y el amedrentamiento de los ciudadanos”, dijo en declaraciones citadas por la televisora estatal y publicadas en la página oficial del Ejército en Facebook.
El general dijo que los militares no buscan el poder, sino que “tienen el honor de proteger la voluntad del pueblo, que es mucho más importante que gobernar Egipto”.
El Sisi pidió que los islamistas sean incluidos en la política del país en adelante. Un calendario militar propone que la Constitución del país sea enmendada y que se convoque a elecciones presidenciales y parlamentarias en 2014.
“Les hemos dado muchas oportunidades… para poner fin a la crisis pacíficamente y pedimos a los seguidores del antiguo régimen participar en la reconstrucción de la vía democrática e integrarse en el proceso político y el futuro mapa en lugar de optar por las confrontaciones y destruir el estado egipcio”, dijo.
El Sisi hizo estas declaraciones en una reunión de altos mandos militares y jefes de la policía.
Más temprano ayer, las autoridades egipcias allanaron casas de miembros de la Hermandad Musulmana, en un aparente intento por debilitar al grupo antes de las manifestaciones masivas planeadas por los partidarios del derrocado presidente Morsi.
Bajo la bandera de una alianza antigolpe de Estado, la Hermandad dijo que realizará una manifestación frente al Tribunal Constitucional Supremo en el sur de El Cairo ayer domingo más tarde. Las autoridades estacionaron vehículos blindados y tropas frente al edificio, que podría convertirse en escenario de más violencia callejera.
Los partidarios de Morsi, depuesto en un golpe de Estado el 3 de julio, también tienen programadas protestas en otras ciudades del país.
Más de 800 personas han muerto en Egipto desde el miércoles cuando las fuerzas de seguridad desmantelaron dos campamentos de simpatizantes de Morsi en El Cairo en un operativo que provocó fuertes enfrentamientos.
En un intento de quebrantar los planes de protesta de la Hermandad, las autoridades realizaron redadas el domingo por la madrugada, detuvieron a funcionarios de nivel medio y miembros del grupo en varias ciudades, según funcionarios de seguridad y declaraciones de la Hermandad.
En Assiut, a 320 kilómetros (200 millas) al sur de El Cairo, 163 de los funcionarios y miembros del grupo fueron detenidos en distintas localidades de la provincia, dijeron funcionarios de seguridad, quienes agregaron que los detenidos están acusados de instigar a la violencia y orquestar ataques contra estaciones de policía e iglesias.
En la ciudad de Suez, nueve personas fueron detenidas luego de que una cámara las grabó atacando vehículos militares y tiendas de propiedad cristiana y quemando iglesias, dijeron las autoridades.
En la antigua ciudad meridional de Luxor, más de 20 directivos de la Hermandad fueron detenidos, dijeron las autoridades.
Los funcionarios hablaron a condición del anonimato porque no estaban autorizados a hacer declaraciones públicas a la prensa.
Mientras tanto, el Gobierno egipcio ha comenzado las deliberaciones sobre la conveniencia de prohibir la Hermandad Musulmana, una organización que durante mucho tiempo fue ilegal y que llegó al poder en las primeras elecciones democráticas del país hace un año.
Esta prohibición, que las autoridades dicen que se ejecutará porque el grupo recurre a la violencia, desencadenaría una repetición de la lucha de poder que el Estado y la Hermandad libran desde hace décadas.
La Hermandad encara crecientes críticas públicas por la violencia en curso en Egipto. El jeque Ahmed el Tayeb, el poderoso dirigente de la mezquita de Al Azhar, la sede principal de aprendizaje de islam suní, emitió una declaración grabada pidiendo a los miembros de la Hermandad detener la violencia.
“Las escenas de violencia no les otorgarán ningún derecho, y el derramamiento de sangre y el caos que se propaga por todo el país tampoco les darán ninguna legitimidad”, dijo El Tayeb.
El Tayeb apoyó el derrocamiento militar de Morsi después de que millones de personas salieron a las calles para exigir la renuncia de Morsi a la presidencia.