Mueren seis en ‘La Bestia’

Otros 5 migrantes permanecen en el hospital por tener lesiones graves

Policías y personal de Protección Civil mexicanos cuando intentaban el rescate  de víctimas del descarrilamiento del tren conocido por los migrantes como 'La Bestia'.

Policías y personal de Protección Civil mexicanos cuando intentaban el rescate de víctimas del descarrilamiento del tren conocido por los migrantes como 'La Bestia'. Crédito: EFE

EDITORES: Añade comentario de otro migrante. Con AP Fotos.

CHONTALPA, México.— Autoridades mexicanas informaron que ascendió a seis el número de migrantes fallecidos por el descarrilamiento de un tren de carga en el sur de México, mientras que cinco más permanecían en el hospital con lesiones graves.

El Instituto Nacional de Migración (INM) informó en un comunicado que los migrantes muertos fueron identificados como hondureños de entre 19 y 58 años.

El descarrilamiento de “La Bestia”, el tristemente famoso tren de carga usado por migrantes para intentar llegar a Estados Unidos, ocurrió el domingo en el estado sureño de Tabasco y según algunos testigos algunas de las víctimas habrían sido de algunos que se amarraron entre las escaleras de los vagones, como suelen hacerlo para evitar caerse en caso de dormirse.

El INM señaló que las víctimas mortales hasta ahora son los hondureños Rubén Gómez Aguilar, de 27 años; Félix Ponce Aguizon, 58; Gerardo Antonio Sandoval Díaz, 23; José Manuel Guerrero Sabillán, 20; Darlin Adriel Valle Banegas, 19; y Rufino Aguilar Ferrera, 22.

Diversos cuerpos de seguridad mexicanos continúan con los trabajos para levantar los vagones y determinar si no hay más cadáveres debajo de ellos.

Ocho de los 12 vagones del tren en el que viajaban más de 200 migrantes se descarrilaron. La mayoría provenían de Honduras.

La cancillería de Guatemala elevó ayer de dos a cuatro el número de migrantes de su país heridos, identificados como Doris Adalí Leal López, Nery Estuardo Guerra Guzmán, Amílcar Cervantes Roque y Luis Fernando Paiz. Ninguno fue reportado con heridas de gravedad, solo golpes y contusiones.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha informado que el tren viajaba a una velocidad baja, de 10 kilómetros por hora, con una carga de 55 toneladas de chatarra. Señaló que aún se indagan las causas específicas del accidente en un tramo donde las vías fueron reconstruidas en el 2009.

La locomotora y el primer vagón no se descarrilaron, por lo que fueron utilizados para trasladar a las víctimas al hospital más cercano, en el vecino estado de Veracruz. El accidente ocurrió a la 1:00 de la madrugada cerca de un rancho de Huimanguillo, una zona pantanosa rodeada de lagos y bosque del estado de Tabasco a donde no llegan las señales de telefonía móvil.

José Héctor Alfonso Pacheco, un hondureño de 48 años que viajaba en el tren, dijo que algunas de las víctimas se habían amarrado a las escaleras que hay entre los vagones para evitar caerse en caso de quedarse dormidos.

“Muchos hermanos hondureños se amarraron, son los que no pudieron soltarse, esos son los que se mataron”, comentó.

Agustín Sorto Ayala, hondureño de 22 años, dijo que antes del accidente se subieron varias personas armadas que fueron de vagón en vagón amenazando a los migrantes de que tenían que pagarles por permanecer en el tren o de lo contrario serían bajados. Otro de sus connacionales, Marcio Rodríguez, de 39 años, refirió que en algún momento también les dijeron que más adelante, en el puerto de Coatzacoalcos del estado de Veracruz, se iban a “arreglar” con un presunto jefe de un grupo criminal.

Y entonces vino el accidente.

Douglas Javier Valdés Venegas, un hondureño de 25 años, dijo desde la cama del hospital donde se recupera que tras el accidente él y su primo Darlin Valles Venegas quedaron atrapados por al menos cinco horas debajo de un pedazo de metal del tren.

Darlin murió en el hospital.

Valdés dijo que ambos se habían amarrado entre los vagones y cantaban para no dormirse.

“Mi primo me dijo, ‘cánteme para no dormirme’ y pues cantamos las canciones para relajarnos, luego nos veníamos protegiendo de las ramas y se nos acabaron las canciones”, contó el migrante sobre lo que vivió antes del descarrilamiento.

Aunque el número de mexicanos que emigra a Estados Unidos se ha reducido significativamente, ha aumentado el número de centroamericanos que hacen el viaje de 1.600 kilómetros (mil millas) al norte, debido en gran parte a la creciente violencia en su patria por la propagación de los cárteles mexicanos de la droga.

El delegado regional en Coatzacoalcos del INM, José Augusto Boleaga, dijo que las autoridades les ofrecieron a todos los migrantes sobrevivientes su “regularización” para poder permanecer en el país.

La oferta les fue hecha a los 64 migrantes que no resultaron lesionados y que fueron trasladados a un albergue provisional en Las Choapas, Veracruz. También se espera que se les ofrezca lo mismo a los que fueron hospitalizados.

“Es una causa excepcional por el incidente del tren”, dijo el funcionario del INM.

La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos manifestó su consternación por el accidente.

“Los abundantes informes y debates promovidos por quienes desarrollan tareas humanitarias, así como los constantes reportajes periodísticos e incluso una variedad de documentales fílmicos nacionales y extranjeros, son unánimes en demostrar el altísimo riesgo que conlleva para la vida e integridad de las personas el actual estado de cosas”, señaló Javier Hernández Valencia, representante en México de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, citado en un comunicado del organismo.

De acuerdo con expertos, otros factores que explican el flujo migratorio de centroamericanos son una flexibilización en la aplicación de las leyes migratorias por parte de las autoridades mexicanas y una falsa percepción de que las bandas criminales de México ya no se aprovechan de los migrantes tanto como antes.

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