Siguen los bloqueos y paros en Colombia

Ecuador advierte a sus ciudadanos no viajar a ese país por movilidad en fronteras

El ciclista colombiano Nairo Quintana le pide al Gobierno  que ayude a los campesinos de su natal Boyacá.

El ciclista colombiano Nairo Quintana le pide al Gobierno que ayude a los campesinos de su natal Boyacá. Crédito: EFE

BOGOTA, Colombia.— Pequeños agricultores en paro desde hace más de una semana mantenían ayer martes bloqueos viales, mientras se reportaban algunos brotes de violencia en una protesta que hizo al vecino Ecuador advertir a sus ciudadanos no viajar a Colombia por los problemas de movilidad en pasos de frontera.

La cancillería de Ecuador recomendó a sus ciudadanos no viajar por tierra a Colombia debido a la situación creada por el paro agrario, que ha impedido el libre tráfico entre ambas naciones con bloqueos intermitentes en pasos de la frontera de unos 580 kilómetros.

En un comunicado, la cancillería ecuatoriana señaló que “frente a la difícil situación que enfrenta Colombia a causa del paro nacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana recomienda a los ciudadanos ecuatorianos que tengan planificado viajar vía terrestre al vecino país evitar hacerlo hasta que la situación se normalice”.

Aseveró que el Gobierno está coordinando acciones con Colombia para ayudar a regresar a los ecuatorianos que quedaron varados en ese país, pero no precisó la cantidad.

Por su parte, el Defensor del Pueblo colombiano, Jorge Armando Otálora, uno de los garantes en la mesa de diálogo entre los manifestantes y el Gobierno, dijo por teléfono que la reunión prevista para comenzar a la 1:00 de la tarde todavía no comenzaba debido a que las partes estaban aún reunidas por separado.

La cita es en la ciudad de Tunja, capital del departamento de Boyacá y unos 130 kilómetros al noreste de la capital colombiana, con la asistencia de ministros como el de Agricultura, Francisco Estupiñán, y representantes de los cultivadores de papa, cebolla y productores de leche, entre otros, de Boyacá y su vecina Cundinamarca, más Nariño, al sur, que son los tres departamentos que mayores protestas han escenificado desde el inicio del paro el 19 de agosto.

La reunión se logró después que el presidente Santos viajara el día anterior a Tunja y buscara directamente a los líderes de la protesta, y aunque no logró que los manifestantes levantaran los bloqueos viales, una de sus exigencias para sentarse a negociar, las tensiones de los días pasados aminoraron y ambos bandos llegaron a un “pacto de no agresión” en que, según el Presidente, la policía no intervendrá para despejar las vías, mientras los manifestantes tampoco entrarán en enfrentamientos con los agentes.

Sin embargo, mientras en zonas de Boyacá la situación transcurría en calma, las autoridades reportaron manifestaciones en otros puntos.

En Boyacá, uno de sus más reconocidos ciudadanos, Nairo Quintana, ciclista profesional colombiano y subcampeón del Tour de Francia, dijo que pedía al Gobierno ayudar a los campesinos, como lo son sus padres.

“Los jóvenes ahora no quieren trabajar en el campo porque no es una opción de vida… [con los bajos costos] ni siquiera sacan el transporte” de los productos, dijo Quintana en declaraciones divulgadas por la televisora RCN, mientras el deportista entrenaba en una vía de Boyacá.

Las autoridades indicaron que en la pequeña localidad en Mercaderes, en el departamento de Cauca, unos 460 kilómetros al suroeste de Bogotá, al menos dos mil campesinos se mantenían a poca distancia de un puente que conecta con localidades del departamento de Nariño, indicó el coronel del Ejército Julio Pinzón, cuyas unidades están acantonadas en esa región.

En la mañana, Pinzón dijo en una entrevista telefónica que rebeldes de las FARC dinamitaron la carretera antes del puente y quedó un hueco de al menos un metro de diámetro.

Las protestas desde inicios de año, de distintos sectores como el café, así como de otros gremios como el de camioneros de carga, los pequeños mineros artesanales, campesinos cultivadores de coca del noreste del país, entre otros, han sido uno de los principales dolores de cabeza de Santos, que ha sorteado tales manifestaciones atendiendo algunos de los reclamos, pero sin conjurarlos totalmente al punto de que algunas de las protestas se reactivaron como las de los pequeños agricultores.

“Es que el inconveniente es ese: si uno levanta los bloqueos no nos ‘paran bolas’ [no prestan atención]”, dijo más temprano en diálogo telefónico César Pachón, líder de los al menos 47 mil familias cultivadoras de papa y 12 mil de cebolla en Boyacá. “La policía no fue capaz de despejar Boyacá y eso que mandaron cinco mil”agentes, añadió.

Un eventual acuerdo, por ejemplo, sobre cómo comprar abonos más baratos podría llevar al levantamiento de los bloqueos, dijo Pachón.

“Llevamos décadas en que la política agropecuaria y de desarrollo rural es bastante deficiente, apenas surgen problemas se dan prebendas y subsidios… pero no hay una política”, explicó por teléfono Ana María Ibáñez, decana de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes, en Bogotá. “No hay vías, no hay asistencia técnica… no hay una política de manejo de riesgos, no hay mercado de crédito agrícola”, añadió Ibáñez, quien aseguró que en el país no hay estudios que indiquen cuánto costaría financiar toda esa política.

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