Sirio-americanos divididos
HOUSTON (AP).
En Houston, que tiene una gran población sirio-estadounidense, unas 100 personas se alinearon a ambos lados de una calle en un barrio de lujo para expresar opiniones opuestas sobre un posible ataque norteamericano a Siria, luego de la intervención del presidente Barack Obama.
“Queremos cualquier tipo de acción. El mundo se ha mantenido en silencio y ha pasado mucho tiempo. Algo hay que hacer”, dijo Tamer Barazi, un ingeniero civil de 23 años de edad que llevaba una bandera siria y un cartel que decía “Sirio-estadounidenses por la paz, la democracia y la libertad en Siria.”
De pie al otro lado de la calle en el calor sofocante de Houston estaban aquellos que se oponen a la intervención de Estados Unidos, y que superaban en número a los partidarios de una incursión. Algunos llevaban carteles que decían “no queremos la guerra de Obama” y “Manos Fuera de Siria.”
“¿Le gustaría que otro país decidiera quién va a ser el presidente de los Estados Unidos?” preguntó Hisam Saker, un administrador de propiedades sirio-estadounidense de 53 años que vive en Houston desde hace 33 años.
En Washington, mientras Obama se dirigió a la nación desde la casa Blanca, los manifestantes contra la guerra cantaban y agitaban pancartas fuera del edificio.
Al otro lado de la calle, sirios y sirio-estadounidenses que apoyan la intervención estadounidense ondeaban banderas de su país y gritaban para que derrocaran a Asad.