Merkel se queja con Obama de espionaje
La inteligencia de EEUU podría haber intervenido su celular
EDITORES: AMPLIA con declaraciones, detalles y contexto. AGREGA línea de contribución. Con AP Fotos.
BRUSELAS, Bélgica. La canciller alemana, Angela Merkel, llamó ayer al presidente Barack Obama para quejarse luego de enterarse de que los servicios de espionaje estadounidenses podrían haber intervenido el celular de ella, dijo el Gobierno alemán.
El vocero de Merkel, Steffen Seibert, dijo que la canciller aclaró durante la conversación telefónica que “considera semejantes prácticas, si se confirman los indicios… totalmente inaceptables” y reclamó a las autoridades norteamericanas que aclaren la magnitud del espionaje en Alemania.
Por su parte, la Casa Blanca negó que Estados Unidos esté escuchando ahora las llamadas telefónicas de Merkel.
“El presidente aseguró a la canciller que Estados Unidos no está monitoreando y no monitoreará las comunicaciones de la canciller”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney. “Estados Unidos valora enormemente nuestra cercana colaboración con Alemania en una gama amplia de retos de seguridad compartidos”.
Sin embargo, Carney no aclaró específicamente que Estados Unidos no haya monitoreado u obtenido comunicaciones de Merkel.
Seibert dijo en un comunicado que el Gobierno alemán “ha recibido información de que el teléfono celular de la canciller podría estar siendo monitoreado por la inteligencia estadounidense”. No entró en detalles, pero la revista semanal Der Spiegel, que ha publicado material filtrado por el ex analista de sistemas Edward Snowden, dijo que sus investigaciones provocaron la reacción.
Merkel dijo que entre socios cercanos como Alemania y Estados Unidos “no debe existir tal vigilancia de las comunicaciones de un jefe de Gobierno”, agregó Seibert. “Esa sería una grave traición de la confianza. Tales prácticas deben ser detenidas inmediatamente”.
Carney añadió que Estados Unidos está investigando las denuncias de Alemania, Francia y otros aliados como parte de una revisión general de las actividades de inteligencia.
Aliados de Estados Unidos sabían que los estadounidenses los estaban espiando, pero no tenían idea de la magnitud.
Conforme se han vuelto públicos los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, ciudadanos, activistas y políticos en países de Latinoamérica y Europa se han alineado para expresar consternación y enojo por la magnitud del espionaje de Washington.
Merkel manifestó preocupaciones sobre el asunto de la vigilancia electrónica cuando Obama visitó Alemania en junio, exigió respuestas al gobierno estadounidense y respaldó los llamados a una mayor protección de información por parte de Europa. El comunicado de ayer miércoles, sin embargo, tuvo una redacción mucho más afilada y pareció reflejar frustración sobre las respuestas proporcionadas hasta ahora por el Gobierno de Estados Unidos.
Merkel pidió a las autoridades estadounidenses aclarar la magnitud de la vigilancia en Alemania y proporcionar respuestas a “preguntas que hizo el Gobierno alemán hace meses”, agregó Seibert.
El martes, el Gobierno de México anunció una investigación propia para determinar si hubo espionaje estadounidense a altos funcionarios, incluido al presidente Enrique Peña Nieto y a su antecesor Felipe Calderón, como han sugerido algunos reportes.
El secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que la investigación también buscará determinar si hubo participación de funcionarios o ciudadanos mexicanos en el presunto espionaje que habría alcanzado el sistema de correo electrónico presidencial.
La indagatoria fue ordenada por el presidente Peña Nieto, dijo Osorio, quien no aceptó preguntas de la prensa.