Demandan a la Patrulla Fronteriza en Texas
La Unión Americana de Libertades Civiles (American Civil Liberties Union) de Texas presentó una demanda quejandose de un agente de la agencia Protección de Aduanas y Frontera de Estados Unidos (U.S. Customs and Border Protection), quien usó fuerza injustificada, detuvo ilegalmente y abuso físicamente de una ciudadana norteamericana durante un interrogatorio el otoño pasado.
El incidente sucedió en noviembre de 2012, cuando una mujer discapacitada y embarazada fue confrontada por un agente afuera de su lugar de trabajo, en Brownsville, Texas. La abogada en jefe del equipo legal en ACLU de Texas, Adriana Piñón, dice que la mujer no había roto ley alguna ni estaba interfiriendo.
“Y sin embargo, cuando hizo algunas preguntas del agente, este reacciono violentamente. La tiro al suelo con tanta fuerza que sus jeans se rasgaron y ella sufrió daños físicos. Él le cayó encima con todo su peso y la esposo con tanta fuerza que fue necesario llamar a los bomberos para que le quitaran las esposas”, explicó Piñón.
Al día siguiente, la mujer tuvo un aborto que, según el médico, fue causado por las lesiones recibidas en el incidente. La oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza no comentó específicamente el litigio pendiente, pero explicó que no toleran la mala conducta en sus filas y cooperarán completamente con todas las investigaciones.
Piñón dijo que este tipo de casos son demasiado comunes y, para revertir esa tendencia, la Patrulla Fronteriza necesita mejorar en su entrenamiento, transparencia y rendición de cuentas.
“Es tan importante que los agentes comprendan que los límites legales en el uso de la fuerza existen porque los incidentes como este deterioran la confianza de nuestra comunidad y como consecuencia nuestras comunidades fronterizas sufren”, agregó Piñón.
El año pasado, al auditar el entrenamiento de la Patrulla Fronteriza, el Inspector General encontró que muchos agentes y oficiales no entienden hasta donde pueden o no pueden usar la fuerza.