Los problemas más urgentes
Hay distintas áreas que se deben de atender en un reforma migratoria
Burbujas
A veces pienso que el silencio pudiera ser la más severa de las críticas, pero que difícil es callar cuando la razón me grita que hable. Quizás estoy cayendo en el juego de muchos políticos quienes solo son felices si se habla de ellos… aunque sea mal.
Cuando se les agota la posibilidad de hacerse notar con un tema que ya no interesa a nadie, buscan otro que les permita seguir bajo las luces de las candilejas. Aunque no sea interesante para el país, lo es para ellos porque les permite parecer más importantes de lo que son en realidad. ¡Todo menos ser ignorado!
Hay dos casos que pueden ilustrar mi comentario.
En un artículo. Mike Quintanilla (Houston Chronicle 10-26-2013) dice que para nadie es un secreto que Rick Perry, gobernador de Texas, no buscará la reelección porque tiene sus ojos puestos en la Casa Blanca.
Cuenta Quintanilla que entre las cosas que Perry hace, aconsejado por profesionales en la materia, es buscar un cambio de imagen y, para verse “más sabio”, le recomiendan lucir algunas canas y usar lentes.Quintanilla ilustra su artículo con dos fotos de Perry, con y sin lentes.
Ted Cruz, el senador republicano de Texas, representante especial de la fracción del Té, visitó Iowa el 25 para asistir a los actos conmemorativos en honor a Ronald Reagan.
Según la crónica, unos 600 republicanos estallaron de admiración cuando Ted afirmó que seguiría luchando hasta acabar con Obamacare aunque haya que cerrar el gobierno federal otra vez.
Hubo quienes compararon a Cruz con Reagan y le aclamaron como su sucesor. ¿Con Reagan que fue líder de los actores, gobernador de California y presidente del país? A los del té se les pasó la mano…
Los políticos apadrinan a veces un tema de interés especialmente si es controvertido; el sonido de su voz los embeleza.
Cuando involucrarse con otros temas no les da la exposición deseada, se les llena la boca hablando de la “reforma migratoria” sin que en realidad les interese.
En la actualidad con un Congreso profundamente dividido que llega hasta la enemistad y un partido republicano desunido a su vez por presiones de sus radicales, no veo como puede esperarse una reforma migratoria en lo poco que queda de este año; ni tampoco en 2014 porque es año de elecciones. Veremos a muchos candidatos prometer una vez mas su apoyo a una reforma migratoria, especialmente en estados con un gran número de votantes latinos.¡Habemos muchos que no creemos en su interés!
Es cierto que en los últimos 15 años hemos avanzado en el campo migratorio. Hemos venido de un rechazo total a ya casi aceptar que la reforma migratoria es necesaria. Claro, persiste una cola de “peros” de los politiquillos que siempre buscan notoriedad.
Su esperanza es que en febrero vuelva a lucir el Congreso su incapacidad e inoperatividad y se produzca un nuevo cierre del gobierno, por la misma sinrazón que acabamos de vivir, y eso les permita opinar y lucir su desconocimiento.
¿Y el país? Por Dios…
Y después del asunto de otro posible cierre, seguramente volverán a hablar de los problemas de Obamacare….mientras tanto cada persona que se inscriba en ese programa representa un voto negativo para los que desean que fracase.
¿Y la reforma migratoria?
Esa puede esperar… porque muchos en el Congreso ni entienden el alcance, ni la complicación y la conveniencia de hacer algo para corregir la disparatada situación de millones de habitantes que viven aquí y que legalmente no existen.
“Migración” es una sombrilla bajo la cual hay una inmensa variedad de problemas, que hay que jerarquizar para buscarles solución.Y para poderlo hacer hay que vencer obstáculos reales y creados.
El primero es dejar de objetar la permeabilidad de la frontera. Nunca dejará de haber quienes la crucen sin permiso; muro, río y vigilancia adicional son obstáculos que solo han aumentado los “honorarios” de los polleros y corruptos a ambos lados de la frontera.
Me han comentado que la tarifa por tráfico de personas ha subido de 1,500 a 3,000 dólares en últimos años. Si el que ya no haya cruces ilegales es una condición “sine qua non” para una nueva ley migratoria, nunca la habrá; Ese fenómeno social podrá reducirse, pero eliminarse nunca…
Voy a repetir lo que hemos dicho: Dentro del gran número de problemas, hay unos que se deben solucionar de inmediato, con o sin nueva ley, como el de los “indocumentados” que fueron traídos de niños a este país por sus padres, han vivido aquí toda su vida y esta es su patria.
Les siguen los indocumentados que han formado familias aquí y que tienen hijos estadounidenses. Cuando alguno de esos padres es deportado rompemos las ligas familiares y convertimos a sus hijos americanos en huérfanos. Cuando menos, hasta que haya un cambio en la ley, no debemos deportar a esos padres.
Hay problemas adicionales que habrá que estudiar y resolver. Desearía que los políticos los analizaran a fondo para proponer soluciones sensatas.