Draco Rosa, la gran sorpresa de los Latin Grammy
De los tres premios a los que estaba nominado, sólo se llevó uno, pero quizá el más anhelado: el de Mejor Álbum del Año.
La decimocuarta entrega de los Latin Grammy se caracterizó por la ausencia de un ganador. Por el contrario, los preciados megáfonos dorados de la velada fueron distribuidos equitativamente.
Aunque el inicio de la noche perfilaba a Alejandro Sanz y Carlos Vives como grandes favoritos, ambos se tuvieron que conformar con ver a Draco Rosa desfilar por el escenario para quedarse con quizás la categoría más anhelada, la de Mejor Álbum del Año.
A pesar de su larga trayectoria, el triunfo de Draco Rosa con “Vida” fue muy sorpresivo. La idea de que un disco de canciones reencauchadas se lleve el honor más importante, sin duda deja preguntándose a más de uno sobre la falta de alternativas emergentes en el mercado de la música latina, y deja mucho que desear sobre el juicio de la Academia.
Sanz, quien empezó con el pie derecho con su triunfo en la categoría de Mejor Álbum Pop, y además se anotó puntos con su espectacular presentación en vivo con un grupo de estudiantes de Berklee, tuvo que conformarse con tan sólo una estatuilla.
Vives, por su parte, sintió que “volvió a nacer” al empacar uno de los trofeos más importantes, el de Mejor Canción, pero también sumó a la lista Mejor Álbum de Fusión Tropical, para consolidarse como el relativo ganador de un evento caracterizado más por la abundancia de talento en vivo que por los premios entregados.
Y los que sí tuvieron que “Llorar” fueron los integrantes de Jeese y Joy, que se quedaron con las ganas de compartir el trofeo de Mejor Canción del Año con Hanna, la hija de nueva años de Jesse quien ayudó a componer la melodía.
Otros que se fueron con las manos vacías fueron Andrés Cepeda y Miguel Bosé, al que ni el reconocimiento como Persona del Año le ayudó para ganarse un premio.
Muy merecido también estuvo el triunfo del duo Illya Kuryaki, quienes con su “Ula Ula” anotaron Mejor Canción Urbana, y Marc Anthony tampoco decepcionó con “Vivir”, que se convirtió en la Mejor Grabación del Año.
Otra de las sorpresas de la velada se dio en la categoría de Mejor Álbum de Salsa que se la llevó Sergio George, más conocido por su labor como productor, mas no como intérprete.
En lo que tiene que ver con el premio a Mejor Nuevo Artista, uno de los que causó controversia por la falta de popularidad de los nominados, los honores fueron para la cantante guatemalteca Gaby Moreno, una de las pocas intérpretes de este grupo que llegó a ser conocida, ya que al menos hizo una canción a dúo con Ricardo Arjona, “Fuiste Tú”.
A pesar de que los protagonistas de la velada resultaron ser en su mayoría los mismos de todos los años: Alejandro Sanz, Juanes, Pitbull, Draco Rosa, Ricky Martin, Marc Anthony, entre otros, resulta reconfortante poder apreciar un show en el que los números musicales son realizados por profesionales, y no por cantantes improvisados sacados de telenovela, como ya ha ocurrido en premiaciones latinas del pasado.
En fin, fue una noche en la que seguramente los televidentes no estuvieron cambiando frecuentemente el canal entre actos, especialmente por la variedad y calidad de las actuaciones en vivo, porque considerando la gran cantidad de categorías, las que se entregan al aire realmente son mínimas, eso sí, para la próxima sería bueno considerar otros nombres, empezando por la conductora del show, Lucero, que parece haber firmado contrato a largo plazo con la Academia.