Accidente en sede mundialista causa 2 muertos
Estadio Itaquerao sufre derrumbe de estructura; FIFA envía condolencias
SAO PAULO (AP). A casi una semana del sorteo del Mundial, los preparativos de Brasil sufrieron ayer otro duro golpe con el derrumbe de una sección del estadio que albergará el partido inaugural del torneo, un accidente en el que murieron al menos dos obreros.
Brasil se ha visto afectado por retrasos en las obras de los estadios, accidentes, huelgas y protestas en la antesala de la Copa del Mundo que comienza el 12 de junio.
El accidente en el Estadio Itaquerao de Sao Paulo ocurrió cuando una grúa chocó con una estructura metálica de unas 500 toneladas, que a su vez derribó una parte del muro exterior, destruyó filas de asientos y afectó un enorme panel de LED que recorre la fachada del edificio.
El accidente podría retrasar la entrega del estadio, que estaba casi listo antes del derrumbe.
La FIFA pidió que las 12 sedes del Mundial sean entregadas a más tardar a fines de diciembre.
Las autoridades dijeron que el estadio no sufrió daños estructurales mayores, pero rehusaron decir cómo se verá afectada la entrega de la instalación.
“Ahora mismo no quiero saber de la FIFA, estamos preocupados por las familias de las víctimas”, dijo Andrés Sánchez, ex presidente del Club Corinthians, dueño del estadio.
El dirigente confirmó la muerte de dos personas, y dijo que no hay más heridos.
Uno de los obreros, Fabio Luis Pereira, de 42 años, estaba dentro de un camión que fue golpeado por la estructura metálica.
El otro, Ronaldo Oliveira dos Santos, de 44 años, estaba descansando en un área que se suponía que estuviera desocupada.
“Desafortunadamente nadie lo vio, y él sabía que no podía estar allí”, agregó Sánchez. “Estaba durmiendo una siesta, y desafortunadamente no tuvo tiempo de salir”.
El accidente ocurrió a la hora del almuerzo, así que muchos de los casi 1,700 empleados que trabajan en la obra no estaban cuando la grúa cayó encima de la estructura metálica.
“El sonido fue como un trueno, o una gran explosión”, comentó Rodrigo Vessoni, un reportero del diario deportivo Lance que dijo que acababa de salir del estadio luego de entrevistar a Sánchez.
“Había mucha gente corriendo, muchos gritos. Me asusté mucho, fue increíble. Era un ruido del metal chocando contra metal. Fue algo terrible”, expresó.
Un oficial de la empresa constructora Odebrecht dijo que una estructura metálica similar ya había sido instalada este año con la misma grúa en el otro lado del estadio.
“Todo se hacía de acuerdo al procedimiento”, afirmó Frederico Barbosa, el encargado de la construcción. “Todavía tenemos que esperar por la investigación para saber qué provocó que cayera la grúa”.
Sánchez afirmó que, según los ingenieros en el lugar, la estructura del estadio no sufrió daños mayores, lo que significa que habría tiempo suficiente para arreglarlo para el Mundial.
Sostuvo que alrededor del 30% del estadio será cerrado mientras las autoridades investigan.
“Se afectó muy poco de la estructura”, señaló.
Tres estadios mundialistas de Brasil han sufrido algún percance.
Un obrero murió en el estadio de Brasilia el año pasado, y otro en el de Manaos en marzo.
También en marzo, fuertes lluvias inundaron las obras en el Estadio Maracaná, lo que obligó a cancelar una visita de inspección de la FIFA, mientras que en mayo, una pequeña sección del techo del estadio de Salvador colapsó por la acumulación de agua de lluvia.
El Estadio de Sao Paulo, que costará cerca de 360 millones de dólares, tendrá capacidad para unas 70 mil personas, y tiene previsto albergar el partido inaugural de la Copa del Mundo el 12 de junio.
Unos 20 mil asientos serán instalados de forma temporal sólo para el Mundial.
Sao Paulo será la sede de otros cinco partidos, incluyendo una semifinal. El estadio originalmente iba a ser una de las sedes de la Copa Confederaciones que se disputó en junio pasado, pero los retrasos con el financiamiento de la obra obligaron a las autoridades a descartarlo.
Brasil trabaja contra el reloj para tener listos los seis últimos estadios mundialistas antes de fin de año, aunque las obras en el Itaquerao estaban bastante adelantadas comparada con otras sedes.
El presidente de FIFA, Joseph Blatter, dijo que está “muy triste por la trágica muerte de obreros” en el estadio. “Nuestras condolencias van para sus familias”, indicó.
Jerome Valcke, secretario general de FIFA, expresó estar “muy sorprendido por las noticias desde Sao Paulo”.