Nicaragua repatria a 18 mexicanos
Se hicieron pasar por periodistas y estaban en prisión acusados de lavado de dinero
MANAGUA, Nicaragua. Los 18 mexicanos que se hicieron pasar como periodistas de la cadena mexicana Televisa y que guardaban prisión en Nicaragua por delitos de lavado de dinero, narcotráfico y crimen organizado, fueron trasladados a México para cumplir en su país las penas de prisión, se informó ayer oficialmente.
Los mexicanos fueron detenidos en agosto de 2012 en la frontera norte de Nicaragua cuando se trasladaban en seis furgonetas con logotipos de la televisora en las que escondían 9.2 millones de dólares.
“Estamos procediendo al traslado (de los mexicanos), y de esta manera estamos cumpliendo con nuestro rol de ser un muro de contención del crimen organizado en la región”, dijo a los periodistas el subdirector de la Policía de Nicaragua, comisionado General Ramón Avellán en el Aeropuerto Internacional de Managua.
Fueron llevados bajo estrictas medidas de seguridad al aeropuerto, donde abordaron avión especial enviado por el gobierno de México para llevarlos de regreso a su país.
En la terminal aérea, para entregarlos se encontraban el viceministro de Gobernación, Carlos Najar, y la jefa de la Dirección de Auxilio Judicial, comisionada Glenda Zavala. También se encontraban diplomáticos del gobierno mexicano.
“El trasladarlos nos da lugar para tener a otros reos en las celdas en las que estaban ellos, es un desahogo”, dijo Avellán.
También fueron regresados a México otros tres reos originarios de esa nación que purgaban penas en Nicaragua desde 2007 y 2008.
Los 18 miembros de la banda fueron trasladados a México luego que la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua rechazó semanas atrás los recursos de casación que presentaron sus abogados defensores, y mantuvo firme la sentencia de 18 años de prisión en contra de todos.
La presidenta de ese alto tribunal Alba Luz Ramos indicó que trasladar a los mexicanos liderados por Raquel Alatorre Correa, es beneficioso para ellos, ya que podrán ser visitados por su familia, y también para Nicaragua, “porque nosotros no tenemos cárceles abundantes.”