Burritos automáticos

Instalan un primer dispensador en el bulevar Santa Mónica; otra máquina viene en camino

La primera máquina dispensadora de burritos calientes en el país, y posiblemente en el mundo, hizo su debut hace un par de semanas en un gasolinera Mobil ubicada en el bulevar Santa Mónica de West Hollywood.

Y aunque muchos clientes de la gasolinera ni se dan por enterados de la máquina, algunos con apetito deciden probar suerte.

Ese fue el caso de María Amodeo, quien decidió comprarse un burrito de carne deshilada porque cuando llegó a la gasolinera era casi la hora del almuerzo.

“El burrito está lleno de comida; tiene maíz y chile rojo, pero le falta un poco de sabor. Yo agregué todos los extras que venden como la salsa tabasco, el guacamole y la crema y aún así como que le hace falta sabor… tal vez una salsita”, dijo María sonriendo, luego de probar el burrito dispensado por el novedoso sistema.

Mientras ella escogía qué bebida acompanaría su ligero almuerzo de 350 calorías, otro cliente de la gasolinera se detuvo a comprar un burrito de pollo.

“Tengo hambre y tengo curiosidad… es como ordenar una película en una de esas máquinas; uno escoge lo que quiere y se paga rápido con la tarjeta de crédito”, dijo el cliente quien se identificó sólo como Jimmy, residente de West Hollywood.

El proceso de selección y compra toma un par de minutos y el burrito sale calientito en una bolsa anaranjada, 60 segundos después de haber terminado la transacción.

Las opciones de burritos son: papas con huevo y queso, tocino con huevo y queso; chorizo con huevo y queso; pollo con frijoles con arroz y carne molida con queso.

Según lo anuncia la máquina dispensadora, todos los burritos son hechos con ingredientes libres de hormonas y antibióticos y los huevos provienen de gallinas que no han sido enjauladas.

Cada burrito cuesta $3 y los acompañamientos son adicionales. El guacamole vale 75 centavos, la crema 50 centavos y una mini botella de salsa Tabasco cuesta 65 centavos.

Al ordenar un burrito, además de todos los extras y el impuesto, el burrito pequeño queda en $ 6.

A Jimmy le pareció muy buena la idea de tener un bocadillo en la gasolinera que estuviera libre de hormonas y de antibióticos. Mientras que María opinó que esta era una de las mejores opciones en máquinas dispensadoras.

“Es buena comida de una máquina. Pero si tengo la opción de ir a Tito’s Tacos, prefiero ir ahí”, acotó María.

La máquina, ubicada en el 8380 del bulevar Santa Mónica, tendrá pronto un acompañante, pues este 18 de enero e espera una segunda dispensadora en el 18389 del mismo bulevar, en Los Ángeles.

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