Al borde del precipicio

Sociedad

Habrá un enfrentamiento este año en Washington entre demócratas y republicanos sobre el tema de la desigualdad de los ingresos. El presidente Obama lo plantea como,“el tema definitorio de nuestro tiempo.” Estamos viendo ahora un adelanto con el debate sobre la extensión de los beneficios por desempleo. Lo veremos en toda su fuerza cuando nos involucramos en el tema del aumento al salario mínimo, que apoya la gran mayoría de las personas en los Estados Unidos.¿Así es que tiene que ser una pelea?

Estrategas republicanos están entusiasmadísimos en atar a los demócratas al Alcalde Bill DeBlasio de Nueva York, y su enfoque en “dos ciudades”, una para los ricos y otra para los pobres. Pero este problema es más grande que Nueva York. Por mucho que el presidente Obama haya hecho para fortalecer la economía, a pesar de la histórica oposición republicana, él es el primero en decir que no está funcionando como debería para todos y que nadie debe quedarse atrás. Los republicanos tienen la oportunidad de demostrar que están del lado de los estadounidenses. Por el bien de todos, le estoy pidiendo al Partido Republicano: No lo arruinen.

En un sorprendente informe recientemente escrito por María Shriver, cuyo padre Sargent Shriver estuvo al frente de la guerra del Presidente Johnson contra la pobreza hace 50 años, Una nación de mujeres que se alejan del precipicio, ofrece datos que pintan un cuadro sombrío del árido panorama económico actual para 42 millones de mujeres (incluyendo millones de latinas) y sus 28 millones de niños. En el mismo se describe una nación de agudos contrastes y sutilezas matizadas. Por un lado, es indiscutible cuanto han progresado las mujeres, más diplomas universitarios que los hombres, más mujeres que mantienen a la familia que hombres, los avances en aumentar las filas de los CEO. Pero por otro lado, estos puntos de referencia enmascaran una realidad inquietante: demasiadas mujeres están a un cheque, una gastroenteritis, un hueso roto o un coche averiado del desastre económico.

El informe enumera muchas razones por las cuales las mujeres se encuentran en esta situación particular: la falta de empleos bien pagados que limitan el progreso de las mujeres, el cambio permanente en la estructura de la familia, donde la mayoría de las mujeres de bajos ingresos son cabezas de familia, muchas de los ellas solteras, y lo más importante, la falta de una buena educación y el arrepentimiento que muchas mujeres tienen de no dar prioridad a su educación.

Las sutilezas de las caras actuales de la pobreza también ayudan a mantener el problema oculto del panorama evidente. Una mujer que lucha para que su hijo llegue a la escuela a las 7 am para el desayuno, para que pueda llevar a su madre al médico y aún así llegar a tiempo a su trabajo a las 9 am, nos parece amuchos de nosotros simplemente alguien que trabaja duro y vive su vida. Pero estas mujeres representan dos tercios de los trabajadores de salario mínimo en el país, y las mujeres todavía ganan sólo 77% de lo que ganan los hombres. Estas mujeres, aunque están teniendo “éxito” en satisfacer las necesidades básicas de sus familias, están “al borde del precipicio”.

Entonces, ¿qué se puede hacer para llevar a más mujeres a una posición de seguridad económica y al mismo tiempo fortalecer un motor clave de nuestra economía nacional a largo plazo? Para empezar, podemos arreglar las diferencias salariales entre hombres y mujeres. Esta sencilla solución reduciría a la mitad el índice de pobreza para las mujeres trabajadoras que están luchando y sería un estímulo económico de 500 millones de dólares.

El Informe Shriver también detalla un conjunto de varias políticas públicas, incluyendo el aumento del salario mínimo, así como ayudar a las mujeres a tener acceso a empleos mejor remunerados mediante la formación profesional. También habla de las estructuras de apoyo del gobierno que permiten una mejor cuidado infantil a un costo accesible, lo que les permite a las mujeres equilibrar mejor las funciones de cuidadora y sostén de la familia.

Estas políticas no son nuevas, los progresistas han estado luchando por ellas por un mucho tiempo. Pero el informe también describe lo que podemos hacer como individuos, comunidades y corporaciones, incluyendo ayudar a las jóvenes a tomar decisiones más inteligentes, subrayando la mentalidad de “la universidad antes de tener niños” y ayudando a las empresas a identificar políticas de mejores prácticas que pueden apoyar mejor a las trabajadoras con bajos salarios.

Así que, olvidemos el próximo enfrentamiento. Estas son propuestas con sentido común que sostienen principios establecidos y bipartidistas: cuidar a nuestras familias y garantizar el bienestar de los niños de nuestro país. No son valores liberales, progresistas o demócratas. Son valores estadounidenses y los estadounidenses esperamos que nuestros líderes de ambos partidos los apoyen. Todos somos responsables y estamos listos. Vamos a trabajar.

María Cardona es comentarista política de CNN, ex asesora de Hillary Clinton y estratega demócrata.

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