Una obstrucción incorrecta
Todo acusado tiene derecho a la defensa y todo abogado defensor cumple con su labor al ejercer esa defensa, que no significa un respaldo al acusado ni a su accionar. Es una cuestión profesional y constitucional.
Sin embargo, eso no se está viendo de esa manera en la nominación de Debo Adegbile para liderar la División de Derechos Civiles en el Departamento de Justicia.
La bancada republicana y siete senadores demócratas se opusieron a su designación básicamente porque Adegbile, en su función de director de litigación del Fondo de Defensa Legal del NAACP, fue abogado defensor de Mumia Abu-Jamal, quien cumple una condena a cadena perpetua por el asesinato de un policía.
Esto ha conducido a una fuerte crítica conservadora que va desde la calificación de que Adegbile es un “activista de los asesinos de policías” hasta decir que su nominación significa una politización en el Departamento de Justicia.
En primer lugar, nadie calificó al presidente de la Suprema Corte de Justicia, John Roberts, de ser un “activista de los asesinos en masa” cuando defendió en su momento al acusado de ocho asesinatos, John Errol Ferguson. Lo que estaba sobre entendido en la función profesional de Roberts, también lo debe estar en la de Adgbile.
Segundo, siempre estuvo politizada esa función en el Departamento de Justicia. En administraciones republicanas se colocó gente con una visión estrecha de los derechos civiles, en las demócratas esta fue más amplia.
Lo que más molesta a los senadores republicanos es la postura de Adegbile, por ejemplo, más restrictiva en el control de armas y su defensa de los derechos del votante, ante los intentos de varias legislaturas estatales dominadas por republicanos de imponer nuevas exigencias para votar con el fin de desalentar a las minorías mayormente demócratas.
El tema de Mumia enfurece a los sindicatos policiales, ya molestos porque su condena a muerte se redujo a perpetua por irregularidades en su juicio. Por eso, ellos están en plena campaña contra la nominación de Adegbile. Esto tiene intimidados especialmente a los senadores demócratas que buscan la reelección.
Es hora de hacer lo correcto y ser consecuentes. La defensa de Mumia no debe bloquear la nominación de Adegbile, el presidente Obama tiene derecho a exigir que los funcionarios políticos de su Gobierno piensen como él y que sean confirmados por el Senado .