“Ofensa” nacional por bandera quemada en Oaxaca

Un grupo de jóvenes fueron detenidos por quemar la bandera mexicana

Cuando llegaron los policías, la bandera mexicana, una de las más veneradas del mundo, no era más que un montoncito de cenizas que comenzaba a dispersarse por una de las cuidadas calles del centro de la capital del estado de Oaxaca ante los ojos incrédulos de los uniformados.

Minutos antes de encontrar los despojos del símbolo nacional, los guardias detuvieron a nueve muchachos encapuchados que no rebasaban los 20 años (uno de ellos recién cumplió 15), que se presentaron como anarquistas, y que en medio de las marchas sindicales por el Día del Trabajo se dieron un festín como pirómanos.

Infractores a la ley, hoy siguen detenidos.

Todos por diversos delitos federales que contempla la Ley sobre el Estado, la Bandera y el Himno Nacional que en sus 60 artículos permanentemente ratificados por el congreso convierte al “lábaro patrio” en el objeto más cuidado, mimado y alabado de todo el país.

Llevar la bandera a la usanza americana en prendas de vestir (playeras, calzones, bikinis) o inscribir logotipos sobre ellas o reproducir el escudo nacional en el auto es un violación legal que se paga con 36 horas de arresto y una fianza de alrededor de 150 dólares.

Y hay muchos otros motivos: la negación del saludo en las ceremonias cívicas (para el cual hay toda una descripción sobre el estilo en más de dos artículos de la Ley) o reproducir el escudo nacional en un vehículo personal pues sólo el presidente de la República tiene ese privilegio.

El lío legal de los jóvenes en Oaxaca es por “mancillar” el manto que por reglamento vigila la Secretaría de Gobernación, aunque la sanción fue ejecutada, en esta ocasión, por parte de las autoridades estatales.

Y nivel social, por cientos de recriminaciones de mexicanos en las redes sociales.

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