La señal del cinismo
Según el congresista Darrell Issa (R-CA) la manera de enfrentar la crisis de la llegada de menores de edad a la frontera es dar “una señal”, deportando a los jóvenes que llevan toda una vida en Estados Unidos y que, sin tener opción alguna, hicieron de nuestro país su único hogar.
Es absurda la conexión entre un adolescente que está llegando hoy a nuestro país y alguien que se educó aquí, se graduó en escuelas estadounidenses y hasta está interesado en servir a la patria en las fuerzas armadas. De la misma manera es pensar que la deportación de los “soñadores” detendrá el éxodo de jóvenes que vienen huyendo de la violencia de sus países de origen y, en algunos casos, a reunirse con su familia.
El tema es que esta narrativa incongruente calza perfectamente con los planes republicanos de la Cámara Baja que, sin necesidad de crisis alguna, votó hace varios meses en favor de deportar a los jóvenes acogidos a la deportación diferida o sea DACA. Cabe resaltar que esta fue la única medida ligada a inmigración aprobada por la Cámara Baja.
Se habló mucho de la seguridad fronteriza y de cómo reemplazar la reforma integral votada en el Senado por medidas separadas. Pero en la realidad, la mayoría republicana no llevó ningún proyecto a votación del pleno por decisión propia. Es hipócrita acusar hoy a la reforma migratoria de haber paralizado acciones necesarias. La Cámara Baja ha mostrado una y otra vez que cuando está interesada en un tema no hay nadie que pueda detener sus votos, por mas controversial que sea este.
Por otro lado, siguiendo la narrativa, DACA es el ejemplo del abuso de poder del presidente, pero parece que no tanto, porque la demanda que se planea contra el presidente por este motivo no toca el tema de inmigración ni DACA. Esto es para explotación política, no necesita coherencia, lógica ni veracidad.
La intención es exprimir la crisis para castigar ahora a los soñadores ya que antes no se pudo. El que no haya relación entre los jóvenes de DACA y los menores de la frontera parece no importar. Hoy hay una carrera entre senadores y congresistas republicanos para ver quién es mas duro con los soñadores por ser un mal ejemplo, aunque los recién llegados nunca vayan a poder acogerse ala norma.
La cuestión es hacer politiquería para las elecciones legislativas de noviembre a costa de indocumentados, ya que parecería que estos inmigrantes son todos iguales al estereotipo negativo que se promueve.
Es cierto que la eliminación de DACA, y la deportación de los soñadores dará una “señal” como desea Issa. Mostrará un cinismo ilimitado capaz de castigar jóvenes inocentes, que pueden hacer un aporte positivo a la sociedad, para aprovechar el sufrimiento de miles de niños latinos con el fin de hostigar a la Casa Blanca.