El dilema de Israel
La guerra entre Hamas e Israel es un conflicto asimétrico en donde los residentes de la Franja de Gaza ponen los muertos y los israelíes reciben las condenas, a pesar de que tengan razón de no querer vivir bajo la amenaza de los cohetes y de las incursiones palestinas a través de la red de túneles.
El gobierno de Jerusalén se ha esforzado a cada instancia en expresar su preocupación para no matar inocentes con previos avisos de bombardeos. Esto suena civilizado y humano, dentro de lo que es una guerra. En realidad, según los hechos, esa expresión también se traduce en el que si hay niños cerca de un blanco militar no impedirá a Israel atacarlo aunque maten a los menores, porque ya les avisaron.
Esto no deslinda responsabilidades, como tampoco lo es el acusar a Hamas de escudarse detrás de la población civil y culparlos a estos extremistas por las muertes que causan los ataques israelíes. La estrategia de Hamas se asemeja más a una guerrilla que a una guerra convencional como la que querría Israel, en donde el enemigo es fácilmente identificable para atacarlo. Eso no ocurre y mucho menos en el hacinamiento en que vive la población de Gaza.
A Israel y a parte del mundo les gustaría que la población civil se levantara contra Hamas por colocarlos en esta posición. Otra vez, eso es una ilusión que ignora el contexto de que son los misiles y la artillería israelí la que mata.
Es imposible volver al pasado para corregir los errores ya sea en la creación e implementación del estado de Israel, sin el desplazamiento masivo de palestinos que vivían en Jerusalén, como el reconocimiento y respeto de las naciones árabes vecinas que nunca llegó.
Las décadas posteriores de guerras, masacres, intifadas y asentamientos religiosos llevó al aislamiento y hasta en ocasiones el odio mutuo. Todo esto ha conducido a la radicalización de la población civil.
Los más de 1,700 muertos palestinos, en su gran mayoría civiles, refleja la asimetría del conflicto y de como estos casos el mas fuerte y el que causa mas bajas es quien va perdiendo el enfrentamiento a largo plazo.
El presente y el futuro ponen a Israel en el dilema de buscar una solución inmediata con la paz del cementerio en Gaza, sabiendo que esto crea mártires y venganzas que volverán a la carga nuevamente. El camino a la convivencia en paz es a través de la diplomacia y de la decisión de palestinos e israelíes de aceptar concesiones y sacrificios de ambos lados.