Opositores rechazan control de compra de alimentos en Venezuela

Un centenar de personas marcharon contra el sistema biométrico anunciado por el gobierno que pretende controlar las compras

Se hacen largas filas para poner conseguri alimentos en el país sudamericano.

Se hacen largas filas para poner conseguri alimentos en el país sudamericano. Crédito: EFE

Tras el anuncio del gobierno de poner en marcha el sistema biométrico para controlar la compra de medicinas y alimentos, los opositores rechazan el plan gubernamental y califican la medida antipopular, por lo que un centenar salieron a las calles a protestar con la administración del presidente Nicolás Maduro.

El llamado plan “captahuellas” es rechazado por la oposición y critican al gobierno de tratar de instalar máquinas para controlar la compra de alimentos y medicinas.

Hemos salido en todas las capitales del país a protestar contra las ‘captahuellas’, un instrumento antipopular, un instrumento vejatorio de la gente que presupone que los venezolanos somos contrabandistas”, explido có el sábael dirigente político Roberto Enriquez.

Enriquez, secretario general del Partido Socialcristiano Copei, criticó que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, utilice el descanso vacacional para imponer un “ácido” económico, que incluye el aumento de la gasolina y las “captahuellas”.

“El gobierno ha intentado aprovechar estas vacaciones para meternos el ácido a los venezolanos, primero con el aumento de la gasolina, luego con la venta (de la subsidiaria petrolera en Estados Unidos) Citgo, ahora con las ‘captahuellas’”, recalcó.

La protesta del sábado finalizó frente a la Superintendencia de Costos y Precios Justos (Sundecop), una institución que los opositores considera síntoma del modelo socialista basado en controles, que habría causado la escasez de bienes básicos.

El gobierno anunció la implementación de las “captahuellas” como una manera de controlar el “contrabando de extracción” que causa que los productos que se venden en los mercados estatales sean comercializados en los países limítrofes, a precios superiores.

Sin embargo, Enriquez recalcó que el problema es el “socialismo cavernícola” que ha implementado el gobierno venezolano, el cual ha causado la destrucción del aparato productivo y los problemas de contrabando y escasez de productos básicos.

“El contrabando es un hijo predilecto de la economía socialista, el único responsable del contrabando es el gobierno, es una patología de la economía socialista como la inflación, la escasez, la caída de las reservas internacionales y la devaluación”, sentenció.

El líder socialcristiano aseguró que la solución al problema pasa necesariamente porque “el modelo económico se cambie, que se permitan las inversiones, que se permita la creación de trabajo, la riqueza y para que el pueblo tenga un salario digno”.

Enriquez negó que existan divisiones dentro de la oposición venezolana, tras semanas de críticas entre sus integrantes, y resaltó la forma en que las distintas fuerzas trabajan de manera articulada para construir una nueva mayoría.

“Yo no creo que la oposición esté dispersa, la oposición tiene un cerebro unitario, pero tiene que empezar a trabajar como un pulpo, cada quien un brazo social, un brazo político, para que sumemos más gente y fortalezcamos el proceso de construcción de una mayoría”, concluyó.

Con información de Notimex

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