Llegan los ‘indestructibles’

La Gendarmería Nacional, la apuesta contra la corrupción policiaca, despliega a miles de agentes en varios estados

El suboficial de la Policía Federal, Hugo Peñaflores, dijo que requieren jóvenes entre 18 y 37 años de edad; no tener tatuajes ni perforaciones.

El suboficial de la Policía Federal, Hugo Peñaflores, dijo que requieren jóvenes entre 18 y 37 años de edad; no tener tatuajes ni perforaciones. Crédito: <copyrite> REFORMA< / copyrite><person> < / person>

méxico

Los cláxones suenan y los flashes de las cámaras se prenden al paso de los hombres y mujeres que integran la Gendarmería Nacional, el nuevo brazo de la Policía Federal con 5 mil elementos que quiere dar vuelta a la mala fama de los uniformados corruptos que por años ha sido la sombra de la seguridad en México.

En Tampico, la capital del estado de Tamaulipas, uno de los más golpeados por los secuestros y extorsión del grupo de criminales Zetas, las cámaras de televisión captan la entrada imponente de las camionetas de gendarmes para vigilar algunas escuelas, plazas publicas y mercados.

“Llegaron los indestructibles”, bromea una mujer en tanto se hace una foto con uno de los elementos que accede a posar.

La consigna oficial para los gendarmes es que se acerquen a la ciudadanía que aún percibe a las fuerzas civiles del orden como un enemigo en potencia que se venderá al mejor postor que mejore su salario mensual promedio de poco más de mil dólares.

Pero “nada es más lejano”, asegura el comisionado Nacional para la Seguridad, Monte Alejandro Rubido, quien describe que los gendarmes fueron seleccionados “por sus valores y principios” además de haber sido sometidos a pruebas de control de confianza, exámenes médicos toxicológicos, psicológicos y de entorno social.

El resto del trabajo es hacer “click” con la gente y realizar todo tipo de tareas (inteligencia, vigilanciaque conlleven a “proteger ciclos de producción” en zonas donde haya una amenaza criminal como el Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Baja California, Chiapas y Michoacán, primeras entidades donde fueron enviados.

En el momento en que la Gendarmería Nacional entró en operaciones, el pasado 22 de agosto, el poblado de Valle de Bravo — centro de descanso y diversión de muchas familias del Distrito Federal— era blanco de secuestros y extorsiones en contra de pobladores y visitantes justo cuando éstos paseaban en motocross.

Así se afectaba la actividad productiva del turismo hasta la llegada de 350 gendarmes para “peinar los cerros” y capturar finalmente a 17 plagiarios que ya enfrentan un proceso judicial.

En otras regiones, como los estados de Baja California y Chiapas, su presencia ha sido discreta: en el primero se informó solamente que serán 300 y vigilarán Tijuana, Rosarito, Ensenada y Tecate sin más detalles.

En la ciudad de Tapachula, limítrofe con Guatemala, buscan frenar el tráfico de mercancía de contrabando, principalmente proveniente de China, que golpea la economía regional, incluyendo artesanías.

A unos kilómetros hacia el norte, en el poblado de Metapa, los gendarmes detuvieron el pasado 8 de septiembre a una banda de seis tratantes de personas.

En Jalisco y Guanajuato (centro-occidente) se sabe que vigilarán el corredor carretero entre ambos estados, donde ocurren constantemente robo a transportistas, y paralela a una región de alta actividad industrial.

“Tenemos la confianza de que la gendarmería viene a vigilar y a trabajar bien y que Michoacán volverá a ser un líder incuestionable en la producción del limón, sin extorsiones ni dinero mal habido. Hemos pedido que se hagan recorridos de campo y vigilancia en las empacadoras”.

Hipólito Mora, actual Policía Comunitario en la Ruana, fundador del movimiento de Autodefensas y productor de limón.

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